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Fotos de marcha del Primero de Mayo alteradas para mostrar supuesta entrega de dinero

Tres fotos viralizadas por medios manejados por el oficialismo, incluso uno estatal, mostraban supuestamente a personas entregando dinero a otras por participar de la marcha del 1 de mayo, pero las fotos están manipuladas digitalmente.

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Por Jessica Orellana / Mauro Arias
Publicado el 09 de junio de 2025


"Asistentes a las marchas realizadas este 1 de mayo en San Salvador fueron captados recibiendo dinero en efectivo por parte de organizaciones", "Ciudadanos documentaron el momento en que organizaciones opositoras repartían dinero a los asistentes de la marcha del 1 de mayo", "¡Captan entrega de dinero en plena marcha! Durante la marcha de este 1 de mayo se difundieron imágenes donde se ve a organizaciones entregando dinero a los asistentes". Estos fueron algunos de los comentarios que acompañaban la publicación de tres fotos donde se veía a personas frente al parque Cuscatlán de San Salvador, punto de reunión de algunas organizaciones que participaron, presuntamente entregando billetes.

Las primeras páginas que publicaron en redes sociales las fotos son medios de comunicación, en apariencia privados, dedicados a elogiar a la figura del presidente Bukele y a desprestigiar a disidentes. Luego, centenares de páginas en redes sociales retomaron las mismas fotos. También lo hicieron funcionarios como el diputado William Soriano, de Nuevas Ideas.

Sin embargo, también fueron difundidas en la página de Facebook de Canal 10, un medio estatal pagado por los impuestos de todos los salvadoreños.

Publicación en la página de Facebook del estatal Canal 10, donde también se divulgaron las fotografías.

Pero las fotos son un montaje. El Diario de Hoy entrevistó a Edgar Funes, una de las personas que aparece en una de las fotos supuestamente repartiendo billetes. Asegura que en ningún momento entregó dinero a nadie durante la marcha.

Entrega de agua

Edgar Funes es militante de izquierda y se siente orgulloso de ello. Cada Primero de Mayo, participa con sus compañeros el Día Internacional de los Trabajadores: "Nos abastecemos de suficiente agua para el camino, para la marcha, y también café por la mañana. Eso es lo que en ese momento estábamos realizando: descargando fardos de agua y bolsas de café para repartir entre quienes estábamos de la organización".

Comenta que, por parte de quienes coordinaban el evento, todo iba bien hasta que, al finalizar la marcha, recibió un mensaje de un familiar que le preguntó si ya había visto las publicaciones donde él aparecía. "Me cayeron varios mensajes donde me decían que yo aparecía entregando dinero en la marcha".

"De manera bastante difícil de creer, en una posición donde parece que estoy repartiendo dinero a dos manos, modificaron la foto. Pero al pie aparece un fardo de agua. Seguramente, mientras las estamos repartiendo modificaron las fotos agregando billetes en mis manos que no estaban", añade Edgar.

Edgar Funes aparece en esta foto supuestamente con billetes en ambas manos; sin embargo, abajo se ve un fardo de bolsas de agua que acababa de descargar en el suelo. En el detalle de la foto se puede apreciar la apariencia extraña de las uñas, y entre los dedos de la mano del receptor han quedado restos del color azul de la bolsa de agua que sostenía en su mano y que fue borrada.

"Allí teníamos fardos de agua, café, algún pan dulce, refrigerio. Eso es lo que teníamos, nunca entregamos dinero. Y además es muy evidente; yo, que no cuento con mucha experiencia en eso, fácilmente noté el montaje que se había hecho", comenta asombrado.

Describe que en una de las fotos habían eliminado una bolsa de agua y habían puesto billetes de 100 dólares en sus manos de forma burda, y agrega que jamás se percató de quién tomó la fotografía.

Edgar Funes publicó varios videos en su cuenta de TikTok con la intención de aclarar lo sucedido: "A mí me interesa mucho que esto se aclare, porque si nosotros estamos en una sociedad donde la mentira es lo que va a estar determinando los hechos, es necesario aclararlo".

De las tres fotos, esta muestra con mayor evidencia una manipulación. El plano más enfocado de toda la foto está en las letras en la espalda de la mujer a la izquierda y la mano que sostiene el billete de cien dólares está en una zona que ya no se ve tan enofocada. Sin embargo, el billete está perfectamente en foco, algo técnicamente imposible si la foto fuera real.

Para comprender las profundas implicaciones de este hecho, conversamos con Iván Hernández, catedrático de la Universidad de El Salvador especializado en Semiótica de la Imagen, quien desglosa cómo operan estos montajes y su impacto en la percepción pública.

Hernández es enfático al señalar que la alteración de las fotografías no es un mero cambio superficial, sino una clara manipulación de las connotaciones para distorsionar la realidad. "La imagen por sí sola, sin el texto, no podría operar de la forma en que pretende ser utilizada como un elemento manipulador", explica el catedrático.

Según Hernández, la fuerza de la desinformación reside en la combinación indisoluble de la imagen alterada con el texto escrito que la acompaña. Los pies de foto o las publicaciones en redes sociales actúan como "textos auxiliares" que refuerzan el mensaje engañoso, dirigiendo la interpretación del espectador hacia la intención manipuladora.

Para sorpresa de Edgar, varias páginas afines al oficialismo replicaron esas fotos. "Me llamó la atención lo que están dispuestos a hacer por desgastar a las organizaciones que tienen un sentido crítico. Nos relacionaron con el FMLN, un partido político el cual no iba en ese bloque, no iba en esa marcha. Si investigan un poco más, un bloque salió del Salvador del Mundo y el otro salió desde el Parque Cuscatlán".

Implicaciones legales de la difusión de fotos falsas

Jonathan Navarro, Director Legal de El Diario de Hoy, enfatiza que este tipo de acciones se enmarcan en delitos contra el honor, específicamente calumnia y difamación. La gravedad aumenta cuando estas falsedades son difundidas públicamente por medios de comunicación, pues no se trata de una simple tergiversación de la verdad, sino de la fabricación de una mentira visual con el propósito de dañar la imagen y reputación de individuos y grupos.

La responsabilidad legal recae en una cadena de actores, desde la persona que captura la imagen y quien la manipula, hasta los medios de comunicación y las plataformas afines al gobierno que la difunden.

En este caso, la mano del sujeto que sostiene los billetes mientras revisa un listado no parece hacerlo de la forma más natural, como sería tomarlos entre el pulgar y el resto de los dedos, considerando también que no se trata, en apariencia, de un grueso fajo de billetes. Además, los bordes de los billetes a la derecha, parecen difuminados.

Navarro subraya que todos los involucrados son responsables, ya que publican hechos que, o bien saben que son falsos, o no verifican su veracidad, especialmente cuando implican la comisión de un supuesto delito. Además de las sanciones penales por calumnia y difamación, los afectados pueden interponer acciones civiles para exigir una reparación por daño moral, buscando una compensación económica por el perjuicio reputacional y emocional sufrido.

Contrario a lo que se podría pensar, la legislación salvadoreña no establece un agravante penal específico para los medios estatales financiados con fondos públicos en comparación con los privados que difundan información falsa. No obstante, la ley sí concede una exclusión de calumnia o injuria si el medio logra comprobar la veracidad de su publicación, algo que en el caso de imágenes evidentemente manipuladas no aplica.

Esta situación pone de manifiesto la vulnerabilidad del público, que carece de herramientas para discernir la autenticidad de las imágenes, una debilidad que se explota particularmente en contextos de alta polarización política.

Ante este panorama, las víctimas de la desinformación tienen vías legales para buscar justicia. Pueden presentar denuncias por delitos contra el honor y demandas por daño moral, o bien, solicitar una rectificación pública a los medios involucrados, amparados por la Ley Especial del Derecho a Rectificación y Respuesta.

El diputado de Nuevas Ideas William Soriano también compartió, vía un retuit en X, la noticia de la supuesta entrega de dinero en la marcha.

Para los medios de comunicación, la advertencia es clara: la difusión de contenido manipulado no solo compromete la credibilidad del medio, sino que también expone a periodistas, editores y directores a responsabilidades penales y económicas. La integridad periodística y la verificación rigurosa de la información son esenciales para evitar caer en prácticas que atentan contra la ética y la ley.

Hernández subraya que la mayoría de los espectadores carecen de las herramientas tecnológicas o el peritaje visual para identificar una imagen manipulada a simple vista. "Hay un aprovechamiento de quien traslada esta información sobre las limitaciones que tiene el espectador", advierte Hernández, quien enfatiza que el público común no posee los medios para verificar la autenticidad de una fotografía, como la revisión de metadatos o el análisis técnico.

Esta vulnerabilidad del espectador es particularmente explotada en contextos de alta polarización, donde las imágenes manipuladas buscan apelar a sesgos políticos en lugar de la razón. El objetivo, señala Hernández, es la invalidación de grupos opositores por parte del discurso dominante, como ocurrió con los manifestantes del 1 de mayo a quienes se les atribuyó una motivación monetaria su participación en la marcha.

Además, invita a la población a estar alerta, a no creer todo lo que se publica, porque hay muchos perfiles, y hasta medios de comunicación, que publican montajes, y mucha gente se los cree.

Las imágenes falsas difundidas por un medio estatal como Canal 10 ponen en entredicho su credibilidad. Hernández es categórico: "Los medios estatales a lo mejor producen algunas cuestiones que podrían clasificarse como géneros periodísticos, pero tanto de este gobierno como de los anteriores, los medios estatales no son medios periodísticos, son medios de propaganda inicialmente". Esta función propagandística, dice, socava la ética del trabajo periodístico y la legitimidad del medio.

Arma política antigua

La manipulación de fotografías para alterar la realidad, y así crear mensajes para beneficiar o dañar la imagen de políticos, no es nuevo. Los ejemplos más conocidos ocurrieron bajo regímenes dictatoriales, como durante el gobierno de Iósif Stalin en la Unión Soviética, una dictadura de las más sangrientas de la historia moderna.

El caso de Nikolai Yezhov es uno de los más conocidos. Yezhov era un cruel y despiadado jefe de la policía secreta bolchevique. Era tan brutal que se le atribuye la muerte de casi 700 mil personas para purgar a la Unión Soviética de sus enemigos internos. Cayó en desgracia frente a los ojos de Stalin y él mismo fue ejecutado en 1940.

Una de las manipulaciones con motivos políticos más célebres es la "desaparición" de Nicolai Yezhov del lado de Stalin en fotos oficiales.

Después de su muerte, su imagen era sistemáticamente eliminada, por medio de los recursos técnicos de retoque de la época, de las fotografías oficiales, libros y documentos históricos, ganándose así el apodo del "El Comisario Esfumado".

En la Alemania nazi, la propaganda utilizó la fotografía para glorificar a Adolf Hitler y sus fotos eran retocadas para suavizar su piel, hacer su cabello y bigote más sedosos, pero también con el retoque se eliminaban a sus fotografías a sujetos que no beneficiaban la imagen del dictador.

Pero también en países democráticos, con una larga trayectoria de prensa de calidad, han ocurrido casos similares.

Durante la campaña para las elecciones presidenciales de 2004 en Estados Unidos, la derecha montó una campaña para desprestigiar al candidato demócrata John Kerry basada en su desacreditar su historial militar durante la guerra de Vietnam, a pesar que Kerry era un veterano condecorado de esa guerra, a la que se oponía.

En la prensa apareció una foto falsificada donde Kerry compartía el podio con la actriz Jane Fonda en un supuesto mitin contra la guerra en 1970. Parte del engaño era que la foto aparentaba ser parte de un recorte de un periódico viejo, con un pie de foto falso, incluso se atribuía el crédito de la foto a la agencia de prensa norteamericana Associated Press (AP). Muchos medios formales cayeron en la trampa, incluso el prestigioso New York Times publicó la imagen antes de que fuera desmentida por los autores de las fotos, tomadas en años diferentes y que fueron fusionadas.

El objetivo era manchar la imagen de Kerry relacionándolo con Fonda porque la actriz estaba fuertemente desprestigiada por una visita que hizo al Vietnam comunista y buena parte de los estadounidenses consideraron su acto de activismo pacifista como una traición a la patria.

En la actualidad, la atención de los espectadores ante imágenes manipuladas debe ser aún más aguda por el desarrollo de la inteligencia artificial, una herramienta que en poco tiempo está logrando perfeccionarse y cada vez será más difícil diferenciar si un video o una fotografía son reales o creaciones totalmente digitales. En ese sentido, medios de comunicación que basan su reputación y prestigio en confirmar la información, fotos y videos que publican, serán más necesarios que nunca.

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