El máximo evento del 1 de junio
No, no es la auto alabanza de la ridícula cadena nacional. Me refiero al Jubileo por la Familia, los Niños, los Abuelos y las Personas Mayores, establecido por León XIV el 01/06/2025.
Un Jubileo, sabemos, es un tiempo especial de gracias, perdón y renovación espiritual, convocado por el Papa, generalmente cada 25 años, pero puede disponerlo cuando lo crea necesario. Y ¡vaya si es necesario orar por la familia, los niños, los abuelos y las personas mayores!
Cerrando su homilía en la Misa del Jubileo, el Papa León XIV dice textualmente:
“En la familia, la fe se transmite junto con la vida, de generación en generación: se comparte como el pan de la mesa y los afectos del corazón. Esto la convierte en un lugar privilegiado para encontrar a Jesús, que nos ama y siempre quiere nuestro bien. / Y quisiera añadir una última cosa. La oración del Hijo de Dios, que nos infunde esperanza en el camino, también nos recuerda que un día seremos todos uno unum (cf. S. AGUSTÍN, Sermo super Ps. 127): una sola cosa en el único Salvador, abrazados por el amor eterno de Dios. No sólo nosotros, sino también los padres y las madres; los abuelos y abuelas; los hermanos, hermanas e hijos que ya nos han precedido en la luz de su Pascua eterna, y que hoy sentimos presentes, aquí, con nosotros, en este momento de fiesta.” (Vatican.va)
La Iglesia defiende inequívocamente a la familia (establecida entre un hombre y una mujer, reafirma el Papa) como el ente idóneo para la creación y formación de hijos que luego engrandecerán su fe, su nombre, el de su familia y el de su Patria. Igualmente, en los códigos civiles se la reconoce como la base de la sociedad. Por eso es tan importante que cada ser humano reconozca y practique el valor inmenso de la familia.
Insisto en que, en la enseñanza académica, debe incluirse las materias de educación vial, educación financiera y EDUCACIÓN PARA LA FAMILIA. Porque, desafortunadamente, en nuestro país abundan las familias disfuncionales y esos modelos se repiten generación tras generación, estableciendo la falta de respeto generalizada y la violencia intrafamiliar como algo normal.
Esa enseñanza debería establecer una escuela para padres, por supuesto, pero principalmente que los alumnos aprendan, aspiren a formar una familia “como Dios manda”. Una clase que incluya la educación sexual no como una enseñanza para tener sexo, sino con el enfoque de que este es un vínculo que fortalece el matrimonio y, por consiguiente, fortalece a la familia.
Además, se ha demostrado la importancia entre las relaciones de los abuelos y bisabuelos con sus nietos y bisnietos, creando un vínculo que ayuda al desarrollo afectivo de los niños, les da sentido de pertenencia y seguridad y el conocimiento de la «historia familiar», les ayudará a construir una mejor familia cuando llegue su momento.
La gran tragedia es que la inmensa mayoría de salvadoreños ni siquiera sabe quién es su padre, a veces ni siquiera conocen a su madre, mucho menos conocen abuelos y bisabuelos. Urge corregir esa realidad.
Por eso, el máximo evento del pasado domingo 01/06/2025, fue el Jubileo por la Familia, los Niños, los Abuelos y las Personas Mayores. Unámonos a León XIV, orando y pidiendo a Dios que nos conceda familias según la imagen de Jesús, María y José.
Empresaria

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