El agua siempre es bendita y necesaria
Bendita porque nos calma la sed, nos protege de las bacterias al lavarnos las manos, nos ayuda, a limpiar nuestro cuerpo al bañarnos, a curarnos transportando los medicamentos al estómago, a cocinar nuestros alimentos, nos refrescarnos del calor, sirve para lavar la ropa, regar los jardines, cosechar frutas y flores, y con agua bendita, nos bautizaron.
En las industrias, para generar vapor, como complemento para la fabricación en serie de muchos alimentos, para mezclarla con otros materiales y construir viviendas y edificios, para el enfriamiento en muchos procesos industriales, para regar los campos en la agricultura, para apagar pequeños y grandes incendios.
En los ríos, lagos y océanos nacen, crecen y pescamos toda la fauna alimentaria que viene del agua. Y en los grandes ríos, en los países que los han conservado y los cuidan, las barcazas transportan millones de toneladas de productos y los barcos turísticos muestran las bellezas del entorno.
Muchas ciudades fueron construidas a la orilla o las atraviesa de un gran río. El Hudson, El Volga, el Potomac, el Rhin, El Danubio, el Sena, el Misisipi, el Ganges, el Amazonas, el Río Grande, el Río de la Plata, el Yangtsé, el Congo; y relativamente pequeño, pero importante para nosotros, el Río Lempa.
Con la caída y presión del agua se genera electricidad en las presas hidroeléctricas, desde las medianas, como las tres de CEL en el río Lempa, grandes como la de Hoover cercana a Las Vegas, hasta la más grande del mundo, de las Tres Gargantas, en China.
Sin embargo cuando el agua fluye con caudal de millones de litros por minuto, rebalsa sus cauces naturales e inunda ciudades, y en la costa, cuando el oleaje es fuerte, afecta zonas turísticas y los negocios como esta semana en la playa el Majahual.
Pero no es el agua en sí con su fórmula H2O, sino como consecuencia de las variables meteorológicas inesperadas, como en la Dana de Valencia que por falta de previsión, negligencia, o decisiones políticas, sobre medidas preventivas que sabiéndolas necesarias, se toman o se posponen, sorprendió repentinamente a los habitantes y las autoridades, y en solo 4 horas arrasó varios pueblos, causó muchos daños y muchos fallecidos…
En los congresos internacionales sobre la gestión y la administración del agua, en los que supongo participan los responsables de la administración y gestión estratégica del agua en El Salvador, se están tratando temas muy importantes sobre las futuras inversiones en las infraestructuras para el aseguramiento del abastecimiento del agua. La digitalización de los sistemas de distribución, la desalinización del agua, las nuevas tecnologías para el reciclaje y la depuración, la gestión de los desastres naturales y los sistemas de alarmas, la sostenibilidad económica del agua, los nuevos medidores inteligentes que advierten sobre fugas, la garantía y resiliencia de la seguridad hídrica, la inteligencia artificial para las predicciones meteorológicas, los nuevos sistemas de tratamiento y otros temas que creo podrían ayudar a replantear la gestión y conservación del agua, para que siempre la haya para todos a precios razonables, que se incluyan en la canasta básica.
Si revisa la canasta básica en El Salvador, no incluye el agua como elemento básico para la vida, y si comprueba lo que gasta mensualmente y el precio del metro cúbico, representa una cantidad significativa en relación con el salario mínimo.
Y por si no está consciente de la importancia del agua, le recuerdo que el 70% de nuestro cuerpo es agua.
Considerando la importancia y la necesidad vital del agua, no la desperdiciemos, pues muchas familias no tienen agua en sus casas y muy bueno sería que la administración y gestión del agua en El Salvador continúe modernizándose y adecuándose tecnológicamente en beneficio de todos.
Ingeniero / Todo es más fácil y más sencillo con sentido común

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