Datos sobre nutrición

Conforme la ciencia progresa salen a la luz nuevos conocimientos que echan al suelo antiguos presupuestos y cosas que por mucho tiempo se tomaron como verdades absolutas. En pocas áreas esto es más evidente y dinámico que en las de la salud y, especialmente, en el de la nutrición.

Con bastante frecuencia nos enteramos que algo que considerábamos como saludable resulta que no lo es, o que algo que considerábamos dañino no lo era tanto o incluso que resulta ser precisamente lo contrario.

Hace unos veinte años salió en la portada de una importante revista norteamericana, creo que era Newsweek, una foto que hacía una composición de una cara humana. A manera de ojos había dos huevos fritos (estrellados diríamos aquí) y como boca un chorizo. El chorizo tenía su curva hacia abajo, y el conjunto daba la impresión de ser una cara triste. Evidentemente el mensaje era que los huevos y la carne de cerdo eran malos para la salud. Años más tarde, en la portada de la misma revista salió otra imagen similar, sólo que esta vez, el chorizo tenía su curva al revés, dando la impresión de una cara alegre. Datos científicos indicaban que tanto los huevos como la carne de cerdo podían ser saludables si se consumían en cantidades razonables.

Se ha determinado también que la mantequilla no es tan dañina como se pensaba y que resulta provechosa para la salud si se come de forma sensata. Del jugo de naranja o de otras frutas, antes consideradas la manera más saludable de comenzar el día, hoy se sabe que por su alta carga de carbohidratos puede sobrecargar al páncreas y producir liberaciones altas de insulina que a largo plazo resultan dañinas. Recuerdo que en mi adolescencia vi un capítulo de Heidi, en la que ella buscaba pan blanco para su abuelo, pues el pan oscuro le afectaba la salud. En fin, los conocimientos avanzan y se conoce mejor lo que es saludable y lo que no lo es.

La vitamina D se conoce desde hace mucho tiempo. Se sabía que prevenía alteraciones de los huesos y casi nada más. Ahora se sabe que tiene una importancia fundamental para la salud. Además de facilitar que el calcio se integre a los huesos y que los haga más resistentes, fortalece el sistema inmune, como se pudo comprobar en la pandemia de COVID-19. Las personas con deficiencia de esta vitamina mostraron más vulnerabilidad a las infecciones por el coronavirus.

Veamos otros descubrimientos sobre esta vitamina que parecen sorprendentes. De una investigación que comenzó en el año 2020 y que ha estado estudiando los efectos de la vitamina D y del Omega-3 se ha determinado que esta vitamina podría hacer más lento el envejecimiento celular al prevenir la pérdida de telómeros. Los telómeros son secuencias de ADN que se encuentran al final de los cromosomas y que sirven para dar estabilidad a las células cuando se reproducen. Estas estructuras se van acortando y perdiendo con la edad. Esta pérdida está relacionada con enfermedades que se asocian con la vejez y con el mismo proceso de envejecimiento. Al perderse los telómeros por el repetido uso las células dejan de dividirse y mueren. Al enlentecer el acortamiento de los telómeros y su eventual pérdida la vitamina D podría resultar muy prometedora. Pero no hay que correr a comprar suplementos, pues también el exceso de esta vitamina puede afectar a los telómeros y ser contraproducente.

Médico Psiquiatra