Suprema Corte a Trump: debe respetar el debido proceso

La Suprema Corte de Estados Unidos prohibió al gobierno federal usar la antigua Ley de Enemigos Extranjeros para expulsar de forma exprés a inmigrantes. Como lo hizo hace unas semanas al igual que varios juzgados inferiores, el alto tribunal le ordenó a la administración Trump que no proceda a las deportaciones si antes no ha notificado a los afectados y les ha dado las garantías para defenderse, el debido proceso.

El gobernante reaccionó alegando que esto puede demorar mucho tiempo las operaciones y la Corte le impide cumplir el propósito para el que fue elegido, deportar a los inmigrantes irregulares –a los que llama con desprecio "aliens ilegales"– sin pensar que eso no le da derecho a violentar la Constitución ni demás leyes que juró cumplir. Por eso es que más de 250 venezolanos fueron enviados e incomunicados en un limbo legal a El Salvador, sin que ni la administración Trump ni el régimen de Bukele le den salida al problema, como tampoco la tendrían los que pudieran ser enviados a Libia o Ruanda.

De la misma manera, la administración estadounidense ha expresado su intención de eliminar el "Habeas Corpus", un recurso legal que protege a toda persona de ser detenida, encarcelada o deportada sin seguir un proceso ajustado a la ley, autoritariamente.

Al menos nueve inmigrantes han muerto en los centros de detención de inmigración de Estados Unidos, de la misma manera que en El Salvador están muriendo detenidos "bajo custodia del Estado" (toda una ironía).

Un Estado que se precia de democrático y exige a otros a serlo no puede anular una institución antiquísima y vital como el "Habeas Corpus", que permite determinar si una autoridad "tiene el cuerpo", si la persona a quien se busca proteger está viva ("exhibición personal") y, por lo mismo, se puede presentar frente a un juez, conocer los cargos en su contra, defenderse, buscar un abogado.

El principio que en el pasado en nuestro país era invocado para proteger acusados obviamente ya no se respeta frente al "régimen de excepción" o estado de sitio, que prácticamente significa "nadie tiene derechos en este suelo; todos deben someterse a la voluntad del dictador más cool del mundo" en la red de gulags y torturadores más cools del mundo", pero obviamente no para sus víctimas.

El problema será cuando tengan que responder por tanto abuso

Pero lo que aquí acontece ya dejó de ser un asunto local que únicamente afecta a los pobladores de esta tierra, para ser una alerta internacional pues tanto las organizaciones que velan por los derechos humanos, las Naciones Unidas y otras están viendo con alarma el asunto, como el propio Parlamento español. No ayuda nada la incautación en Panamá de un cargamento con bandera salvadoreña que iba rumbo a Bruselas, Bélgica, envío que se quiere endilgar a esos malos de Los Piratas del Caribe...

Por no acatar el espíritu del Habeas Corpus, sino empaparse del odio y discriminación de sus jefes y creer que todo inmigrante por el solo hecho de serlo es un delincuente peligroso, los de Inmigración andan rompiendo los cristales de los autos, metiéndose en escuelas y vecindarios, confinando en lugares alejados e insalubres a los detenidos, lo que ya afectó a parejas de estadounidenses que habían viajado a Canadá y los detienen "mientras se averigua...". Pero esto puede tener consecuencias legales a futuro.

Lo del Habeas Corpus y el deseo del gobierno estadounidense de ignorar el mandato judicial de regresar al salvadoreño Kilmar Ábrego García, secuestrado en uno de esos tantos gulags de nuestra tierra, es parte del desmadre.

De todo esto está muy informado el papa León XIV, que nació en Chicago como hijo de inmigrantes de origen mixto español, italiano y francés, como fue inmigrante Melania Trump y la familia del presidente...