“¡Por que lo digo yo!”, esta y otras típicas frases de mamá que también dicen las famosas salvadoreñas
En una entrevista tan divertida como conmovedora estas famosas madres realizaron una dinámica que no solo las hizo reír sino que también toco fibras sensibles al redescubrir que esas frases nacen del amor incondicional con la que dejan su huella indeleble en sus retoños.
Hay vínculos que no necesitan palabras para percibirse, y el que une a Verónica Guerrero con su hija Montserrat se proyecta sin duda como uno muy fuerte. La reconocida influencer y expresentadora, protagonizó un momento tan tierno como divertido junto a Montse, en una entrevista para elsalvador.com que combinó risas, recuerdos y mucho amor en el marco del Día de la Madre.
¿La dinámica? Un divertido reto sobre las "frases típicas de mamá". A Monserrat se le pidió presionar un botón cada vez que reconociera alguna frase que su mamá le había dicho.

“¿Cómo que no lo encuentras? ¿Y si lo encuentro yo, qué te hago?”, fue una de las primeras joyitas. Para sorpresa de todos, ¡Monserrat no presionó el botón! A sus 13 añitos, es el orgullo de su mamá por ser una niña muy ordenada.
Pero claro, frases como “Te lo digo por tu bien” y “No te levantas hasta que te lo comas todo” sí marcaron presencia en su crianza... aunque ella aclara que esa última iba más dirigida a su hermana Romina. ¡Ups, secreto revelado!
La entrevista siguió con preguntas más profundas: ¿Por qué tu mamá te dice “te lo digo por tu bien”? Monserrat, con dulzura y claridad, explicó que a veces se pasa de bromista con sus amigas y Vero le recuerda que hay límites... por su bien.
Luego llegó el turno de Vero, quien lanzó frases que sin duda harían derretise hasta la persona más fría. “Lucha por lo que quieres y no te rindas”, “Puedes contar conmigo siempre”, “Estoy orgullosa de ti”. Cada una fue recibida por Monserrat con un botón presionado y una sonrisa que decía más que mil palabras.
Pero el momento más emotivo llegó al final, cuando Monserrat, con voz firme y mirada tierna, dijo: “gracias mamá por siempre estar para mí, siempre apoyarme en todo lo que hago, aceptar todo lo que quiero, lo que digo y lo que hago. Siempre me has demostrado amor en todo lo que has hecho conmigo y con mi hermana y espero que sigas así porque siempre me haces sentir bien cuando más lo necesito”.
Dentro de esa mágica atmósfera Verónica cerró con broche de oro la entrevista al responderle desde el fondo de su corazón a Montserrat: “nunca quise ser más eterna hasta que me convertí en mamá”.
Asimismo agregó: “mi mayor miedo es no estar mientras ustedes crecen, por eso le pido a Dios salud y tiempo… ustedes son niñas de oración, esperadas y amadas, tú lo sabes. Doblamos rodillas para que pudieras llegar a nuestras vidas y desde ese día estoy tan orgullosa de ti, te lo digo todos los días, las amo y se los digo también en cada momento”.
Kathya Carranza
Complicidad al mil por mil. La expresentadora Kathya Carranza y su hija Lucía nos agasajaron con una entrevista que fue un verdadero cóctel de nostalgia, dulzura y mucha, ¡pero mucha risa!
Y es que, Lucía dejó al descubierto que ni la fama de Kathya la puede desligar de decir las típicas frases de mamá. Desde el famoso: “¡Más respeto, soy tu madre!” hasta el clásico: “Cuando tú vas, yo ya vengo”, madre e hija compartieron un ameno momento reconociendo que, aunque a veces suenan exageradas o repetitivas, esas frases forman parte del ADN emocional que une a todas las mamás del planeta con sus hijos.

Lucía se sinceró y con una buena dosis de humor contó de la vez que kathya le dijo “si voy yo y lo encuentro, ¿qué te hago?”. Todo por una máscara de pestañas. Lucía tomó el maquillaje de Kathy y olvidó regresárselo de nuevo. Pero Lucía le aseguraba que no lo tenía.
“Mi mamá me decía, ¿dónde está, Lucía? ¿dónde está mi rímel? yo sé que tú lo tenés, sos la única hija que tengo, nadie me va a robar mi rímel”, recordó entre risas pues en efecto ella lo tenía.
Pero no todo fue broma. La entrevista también sacó el pañuelo del bolsillo con frases que tocaron directo al corazón. “Tú puedes todo lo que te propongas y yo aquí voy a estar” fue una de esas sentencias maternales que Lucía reconoció como el escudo emocional que su madre siempre le ha ofrecido.
“Gracias mamá por siempre acompañarme aunque yo sé que ser madre es una de las cosas más difíciles que existe y tú siempre estás súper positiva sobre todo. Y eso siempre me da alegría y siempre te lo voy a agradecer.
Mientras Kathya, con los ojos brillosos y el corazón en la mano, respondió con palabras que derretirían hasta al más rudo: No, mi niña, al contrario. La agradecida soy yo. Desde el día uno de mi conciencia yo quería ser madre y tú fuiste mi regalito de la Virgen”.
“Sé que no he sido una madre perfecta”, admitió Kathya para luego decir en tono de broma “sé que tengo una bruja ahí adentro de vez en cuando que me la sacan” y luego dijo riendo “¿Eso lo van a editar, verdad?”.
Al margen de las bromas, esta entrevista tocó las fibras sensibles de Kathy pues para finalizar comentó: “todas las mamás tenemos ese lado (estricto) pero con el amor de Dios y la guía de nuestra Madre Santísima he tratado de guiarte por el mejor camino. Ya eres una mujercita de 19 años ahora ya solo poner en práctica todo lo que te hemos enseñado… tu mamá siempre va a estar aquí para amarte, apoyarte, escucharte aconsejarte, jalarte la oreja y arrullarte… porque estos brazos siempre te van a arrullar. Te amo”, puntualizó.
Ale Costa
Hay frases que nos marcan de por vida. Algunas nos hacen reír, otras nos hacen reflexionar, y muchas más... nos remontan directo a la infancia. Así fue como Ale y su mamá nos regalaron uno de esos momentos de complicidad que enternece y arranca carcajadas a partes iguales.
Siguiendo con la dinámica de “presiona el botón si tu mamá te ha dicho esta frase.” Bastó con lanzar el mítico “¿Y si lo encuentro yo, qué te hago?” para que Ale hiciera memoria y asombrara con su respuesta: “yo siempre he sido ordenada… esa no me la dijo ella, se la digo yo a mis hijos”, dijo entre risas.

Pero cuando sonó la temida frase “cuando tú vas, yo ya vengo”, ahí sí se abrió la caja de pandora. “¡Hubo tantas veces!” confesó después de una carcajada. La famosa influencer y empresaria admitió que fue durante su adolescencia.
Y claro, no podían faltar los clásicos del repertorio materno: “¡Más respeto que soy tu madre!”, “Porque lo digo yo”, “Te lo digo por tu bien”… Frases sin contexto, pero cargadas de esa sabiduría que solo se entienden con el tiempo.
Pero no todo fue regaño. También hubo espacio para recordar las frases que más calan el alma: las que sanan, las que impulsan, las que abrigan.
“Lucha por lo que quieres, no te rindas”, leyó Rosa con voz firme. Y Ale no dudó en reconocerlo: “siempre me lo dijiste.” Lo mismo con “Estoy orgullosa de ti” y ese “Puedes contar conmigo siempre” que, como ella cuenta, se hizo realidad en cada viaje de Santa Ana a San Salvador para castings, pasarelas y aventuras creativas.
Y el momento más dulce de la entrevista llegó con el “Gracias, mamá por…”. Ale, conun tono conmovido dijo: “gracias mamá por siempre apoyarme e impulsarme a seguir mis sueños, creo que eso ha sido parte fundamental en mi desarrollo y también por confiar en mí, por creer en mí, para poder llegar a donde yo quiera y a donde yo me proponga llegar… así que el apoyo que me dio desde chiquitita siempre fue de mucha importancia para mí, gracias por eso”.
Con el sentimiento a flor de piel, su mamá le respondió: “te quiero muchísimo… yo te decía desde pequeña 'tú naciste par el éxito'.
Como toda mamá orgullosa, le recordó sus años cuando estuvo en grupos de baile, teatro, e incluso de reina de belleza. Con nostalgia aseguró que atesora esos momentos y aún conserva recuerdos como publicaciones de periódicos y videos de sus inicios los cuales considera tesoros. “Te quiero mucho, mucho hija y estoy feliz por lo que has logrado y por la familia que has construido”, concluyó Rosa.

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