“El ángel del ala rota”
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La fábula de la vida, del hado o destino, nos enseña una verdad moral o existencial. Es un breve relato cuyos personajes (generalmente animales) actúan como humanos. O -dicho a la inversa- humanos que actúan como animales. (Sin ofender a los segundos) para darnos una enseñanza o moraleja. He aquí una fábula pintada en lienzo que realicé, sobre el hado de la existencia. El personaje es un ángel de principios de la leyenda de la Creación. Dice así: “Cuenta la historia que -en los principios del mundo- a un ángel mensajero se le rompió un ala durante el viaje, quedando entonces varado en unos desfiladeros. Truncado su vuelo se puso a llorar. Las lágrimas del ángel se hicieron lluvia. La lluvia del ángel se hizo río. El río brotó en las montañas y se hizo milagro. Las aguas se fueron cuesta abajo y nació un mar. El agua se evaporó del mar y surgieron nubes. “¡Ah! –dijo el ángel encantado. Antes de llorar no había lluvias, ni río, ni nubes, ni gaviotas en el mar”. Tiró un puñado de lágrimas al cielo y se encendieron estrellas. Entonces habló al dios de las montañas: “Padre -dijo. Yo que renegué por el dolor de mi ala rota, no pude comprender entonces que con ello estaba siendo instrumento de tu obra creadora. A través de mi tristeza creaste la lluvia, el río, las nubes y el mar. ¡Y hasta las estrellas! Otra vez que la vida me dé una dura prueba, soportaré la pena. Podría ser que entonces necesites de mis lágrimas, a fin de crear cada día un mundo mejor.” (De “Fábulas sin Tiempo” ® C.B.)

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