La belleza y fealdad interior

A veces llegamos a ser “bestias” encerradas dentro de bellos, pulcros y bien presentados cuerpos. En el caso del joven “K”, cuya deformidad exterior había desaparecido o se había vuelto más tolerable hacia los demás, luego de ser reconstruido su rostro por un famoso cirujano plástico. Pero el ángel o el monstruo que creyó ser en su interior… ¿Acaso también habría desaparecido tornándose en algo mejor? Mirando hacia atrás, quizá logremos recordar nuestro remoto Génesis evolutivo, cuando teníamos otro aspecto y forma física y éramos más cercanos al animal y la bestia. Ello, antes de erguirnos, perder la pelambre y empezar a mirar hacia los planetas y el Universo. El ser humano ha corregido deformidades físicas desde los antiguos cirujanos y alquimistas, hasta los que modifican la vida en las probetas eugenésicas de los laboratorios modernos. Queremos un cuerpo, una persona bella,  normal y tolerable por fuera, aunque por dentro de sí viva un ser extraño, triste y repugnante. La fealdad interior -pese a lo que se cree- suele ser más difícil de ocultar o cambiar que la exterior. Pero no todo está perdido. El Cirujano plástico de las Estrellas dentro de ti, hará el milagro del cambio y renacimiento a la belleza espiritual. (y II)