La fiscal general y jefa del Ministerio Público de Guatemala, Consuelo Porras Argueta, en una fotografía de archivo. EFE/Edwin Bercian
La fiscal general de Guatemala, Consuelo Porras Argueta, aseguró este miércoles que no asistirá a una reunión con el presidente, Bernardo Arévalo de León, y de igual forma indicó que no dimitirá de su cargo.
“No voy a renunciar”, expresó Porras por medio de un video difundido en sus redes sociales antes de una reunión propuesta por Arévalo de León para este miércoles por la tarde, a la que la fiscal general no asistirá.
“Sobre las peticiones de mi renuncia, quiero hacerle saber al señor presidente que soy respetuosa de la ley y cumpliré mi mandato constitucional de 4 años”, agregó la jefa del Ministerio Público (Fiscalía).
Arévalo de León, de 65 años, que asumió el poder el pasado 14 de enero, acusó públicamente en septiembre pasado a la fiscal general de encabezar un intento de “golpe de Estado” para evitar su investidura, tras su sorpresiva victoria electoral.
Reunión de la fiscal y el presidente
El presidente esperaba recibir a Porras Argueta este miércoles, tras citarla con una carta, para que rindiera un informe sobre sus labores y avances al frente de la Fiscalía.
Sin embargo, la fiscal aseguró que publicará la información solicitada en sus cuentas oficiales.
Desde el 12 de julio pasado, la Fiscalía emprendió una serie de acciones judiciales en contra de Arévalo de León y su partido, como tres solicitudes de retiro de inmunidad contra el presidente y un intento de anular al oficialista Movimiento Semilla.
Antes de tomar posesión, Arévalo de León aseguró a EFE, el 3 de enero, que una de sus primeras acciones en el poder sería pedir la renuncia de la fiscal general.
Porras Argueta solo puede ser retirada de su cargo de fiscal general si previamente existe una sentencia condenatoria en su contra, afirmó el pasado 20 de diciembre la Corte de Constitucionalidad, máximo tribunal de Guatemala, al rechazar solicitudes que pretendían facilitar la destitución de la funcionaria.
En 2023, Arévalo de León vivió el proceso de transición de poder más polémico de la historia de Guatemala y la comunidad internacional, encabezada por el Gobierno de Estados Unidos, así como los pueblos indígenas del país centroamericano, se volcaron a respaldar al mandatario, ante los intentos por evitar su asunción.