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"Venimos por el amor": capitalinos conmemoran a sus difuntos
Decenas de personas llegaron a los distintos cementerios de San Salvador para conmemorar la memoria de sus seres queridos.
Rosa Mendez, de 88 años, se dedica a mantener limpias las tumbas de la familia para la que labora mientras sus hijos enfloran a sus parientes. Foto EDH/ Francisco Rubio Oscar llegó con su hermana a recordar la memoria de su hermana mayor. "Somos creyentes y a ella le gustaban las alabanzas de júbilo, por eso venimos a cantarle" comentó Oscar. Foto EDH/ Francisco Rubio 
Marta Pineda de 22 años limpia la tumba de su abuela con quien compartir nombre. Foto EDH/ Francisco Rubio 
Nathaly ofrece arreglos florales desde un dolar en adelante para que las personas puedan decorar las tumbas de sus parientes. Foto EDH/ Francisco Rubio 
Claudia Guevara y Flor Guevara enfloran la tumba de su tía mientras escuchan la música favorita de su pariente fallecido. Foto EDH/ Francisco Rubio 
Ofelia Mejía llegó a enflorar a su abuela que falleció en el año 1997. Ella también irá a otros cementerios durante el día para visitar las tumbas de sus papás y otros familiares. Foto EDH/ Francisco Rubio 
Roberto llegó al cementerio con su perro salchicha Max para recordar a sus familiares. Foto EDH/ Francisco Rubio 
El sector "Monseñor Romero" en el cementerio La Bermeja se logra ver bastante concurrido. Foto EDH/ Francisco Rubio 
Algunos capitalinos llegaron desde tempranas horas de la mañana para evitar la aglomeración de personas. Foto EDH/ Francisco Rubio 
La tumba del aviador italiano Enrico Massi. Foto EDH/ Francisco Rubio 
Las personas empezaron a llegar al cementerio Los Ilustres desde las 8 am para enflorar las tumbas de sus parientes. Foto EDH/ Francisco Rubio 
Algunas de las tumbas se encuentran partidas, golpeadas o ya partidas a la mitad. Foto EDH/ Francisco Rubio 
Durante la mañana ha sido poca la afluencia de personas. Foto EDH/ Francisco Rubio 
En el área de las parcelas se encuentran tumbas que se están derrumbando. Algunas ya perdieron todo su terreno. Foto EDH/ Francisco Rubio