
Los Nogales, una colonia del sur de San Salvador donde Kilmar Ábrego pasó su adolescencia, era territorio de influencia de la pandilla 18, contraria a la MS-13 con la que lo vinculan en Estados Unidos. En esa colonia lo recuerdan como un adolescente con carácter fuerte, que le gustaba imponerse entre otros jóvenes de su edad; sin embargo, no lo asocian con pandillas.