Uno de los grandes descubrimientos científicos de los últimos años es que las neuronas con las que nacemos pueden regenerarse.
Por décadas se enseñó en las escuelas que debíamos de cuidar el número de estas células con las que habíamos nacido porque nunca en la vida las podríamos recuperar. Una idea que aterraba a más de alguno por solo imaginar que perdería su capacidad de aprender o la memoria.
Pero la ciencia ha venido a derrumbar esta vieja creencia, y ha demostrado que una persona que cumpla con ciertos hábitos, y que evite otros, puede mantener estas valiosas células.
Factores que dañan neuronas de niños
Científicos han logrado identificar 214 neurotóxicos que podrían ser la causa del autismo y problemas de atención en niños.
Y es que el valor de las neuronas no se puede menospreciar en ningún momento de la vida. Son las encargadas de que tengamos la capacidad de memorizar, de enamorarnos, de percibir lo bello y lo despreciable, de movernos y bailar, de aprender, entre muchas otras acciones. “De ellas depende el proceso de vigilia-sueño, gracias a las neuronas nos levantamos, pensamos, nos da hambre, tenemos sentimientos, raciocinio, juicio, cálculo, abstracción (…). Todo está en el cerebro, todo, absolutamente todo. Nada está en el corazón, ni sentimientos, ni recuerdos, nada”, destaca el neurólogo Héctor Orrego Castellanos, del Hospital de la Mujer.
“El riñón, el intestino, los pulmones, cualquier órgano, es apendicular, es decir, que están subyugados al cerebro. El cerebro controla todo el cuerpo. Si hemos de resumir la función de las neuronas y el cerebro en algo es nuestro ser, nuestra existencia y nuestra conciencia. Nada de lo que usted hace, pero absolutamente nada pasa por alto al sistema nervioso central”, enfatiza.
1. Alimentación saludable
“Té verde, uvas rojas y, en definitiva, los alimentos ricos en antioxidantes, deben ser incluidos en la dieta habitual por sus efectos positivos para evitar la degeneración celular”, apunta Pablo Irimia, neurólogo de la Clínica Universidad de Navarra y vocal de la Sociedad Española de Neurología (SEN), en un artículo de El País. En general se recomiendan alimentos altos en antioxidantes como brócoli, arándanos, moras, frambuesas, cerezas y fresas, entre muchos otros. En el extremo opuesto, debes evitar las comidas que aportan cero o pocos nutrientes y muchas calorías como las hamburguesas, pizza, nachos, papas fritas, sodas.
2. Ejercicio regular
Practicar ejercicio, especialmente en la edad media, entre los 18 y 45 años, favorece que las neuronas puedan durar mucho más tiempo y que su funcionamiento sea mejor. Tomando en cuenta que la sobrecarga laboral, la ansiedad, el estrés y las tristezas “aniquilan” las neuronas, es necesario combatir todos estos problemas con actividad física.
Después de una buena sesión de natación, de spinning o caminar por una hora tu mente y cuerpo se sentirá mucho mejor. También mejorará tu memoria y capacidad de aprendizaje, humor y disfrute por la vida.
3. Mantener la mente activa
“En términos generales funciona, pero es algo bien específico. Cualquiera puede decir que leer un libro es mantener la mente activa, pero eso no ha demostrado que mejora el funcionamiento ni la vida de la neurona. Pero lo que sí ayuda es el aprendizaje”, aclara el neurólogo Héctor Orrego Castellanos.
Y recomienda como aprendizaje válido que un adulto, a sus 40 o 60 años de edad comience a aprender inglés o alemán, mecánica, o cualquier otra cosa que sea nueva para la mente. Esto fuerza a la neurona a que produzca en su núcleo una proteína llamada creb, que mejora la funcionalidad y evita la muerte neuronal.