El mal hábito de morderse las uñas tiene varias causas y provocan muchas consecuencias en la salud. Pero cuando se está entre los cinco y once años de edad no es tan malo como se cree.
Nueva Zelanda se encargó de comprobarlo a través de una investigación asidua en la que utilizaron a varios niños que se mordían las uñas y chupaban el dedo pulgar, sobre todo.
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Los resultados fueron publicados en el artículo Thumb-Sucking, Nail-Biting, and Atopic Sensitization, Asthma, and Hay Fever el año pasado y las personas tomadas para la investigación responden al Estudio Multidisciplinario sobre Salud y Desarrollo de Dunedin.
En 1989 existía la hipótesis de que podía existir un vínculo entre las enfermedades atópicas, sobre todo asma y alergias, y la falta de exposición a los microbios en etapas tempranas de la vida.
También se creía que un nivel alto de exposición a los microbios fortalecía el sistema inmunológico para combatir enfermedades en el futuro.
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Y en efecto, el estudio que se plantea ahora demostró que los pequeños con el hábito de morderse las uñas y chuparse uno o más dedos, tenían una probabilidad menor de dar positivo en las pruebas cutáneas relacionadas a las alergias.
El profesor Robert J. Hancox, que participó en el estudio aseguró al respecto que: “la hipótesis de la higiene sigue siendo controversial y no está comprobada, pero esta es una prueba que puede ser verdadera”.
Hasta ahí solo hay un punto a favor de esos malos hábitos, sin embargo siguen siendo peligrosos. Por ejemplo interfiere con la alineación de los dientes, causa infecciones, enfermedades y hasta bullying.