8 creencias erróneas sobre la felicidad

Experimentar dicha plena de manera prolongada es el deseo de muchas personas. Pero para lograr ese agradable estado de ánimo es necesario vencer muchos obstáculos y, sobre todo, “derrotar” algunos mitos que se preconciben con el tiempo.

descripción de la imagen
elsalvador.com

Por Osmín Monge

2018-03-18 5:06:03

Igual que el amor, la felicidad muchas veces puede ser esquiva.

Aunque miles de libros de autoayuda y gurús del bienestar prometen mostrar el verdadero camino a la dicha, la realidad es que no hay fórmula mágica para alcanzarla.

Existen diferentes creencias de que ciertos logros, como el matrimonio, los hijos, el trabajo y la riqueza hacen felices plenamente a las personas y que muchas adversidades, como problemas de salud,  un divorcio o las crisis financieras hacen desdichada a la gente  para siempre.

“En lugar de brindar felicidad duradera o miseria en sí mismos, los momentos importantes de la vida y las crisis pueden ser oportunidades de renovación, crecimiento o cambio significativo. Es la forma de vivir estos momentos lo que realmente importa”, expresa Sonja Lyubomirsky, sicóloga y autora del libro “Los mitos de la felicidad”.

Científicos aseguran que “el orgasmo no da la felicidad”

Según la especialista, los seres humanos poseen una gran capacidad para adaptarse a las relaciones, trabajos y riquezas nuevas, de modo que con el tiempo los cambios gratificantes pueden producir menos recompensas.

“Ese fenómeno se denomina adaptación hedonista y es un obstáculo para la felicidad, porque nos hace subestimar los éxitos. Si en verdad queremos ser felices, debemos prolongar la alegría y la satisfacción de nuestros éxitos y evitar el aburrimiento y el vacío”, resalta Lyubomirsky.

“Para tomar decisiones adecuadas acerca de nuestro futuro, debemos desmantelar las falsas creencias sobre la felicidad que rigen nuestro comportamiento”, agrega.

En el marco del Día de la Felicidad, este 20 de marzo, aquí desgranamos los mitos que acompañan a ese estado de ánimo placentero y que pueden alejarnos de ella.

1. “Seré feliz cuando esté casado con la persona adecuada”

Uno de los mitos más frecuentes de la felicidad es la idea de que solo se puede ser feliz cuando se encuentra a la pareja perfecta y se contrae matrimonio con ella. “Para la gran mayoría de las personas, el matrimonio los hará felices, sin embargo, a otros no. Diferentes estudios han demostrado que la felicidad plena del matrimonio dura un promedio de solo dos años. Luego, el amor apasionado puede convertirse en verdadero siempre que se alimente la llama, haya variedad, sorpresa y actividades expansibles”, dice Lyubomirsky.

2. “Seré feliz al tener hijos”

Se suele decir que los hijos traen pan bajo el brazo, porque sin duda son un regalo o una bendición. Pero tampoco hay que eludir que criarlos es una gran responsabilidad que dura toda la vida, y que suele ser costosa y extenuante.

Estudio revela cuánto dinero se necesita para ser feliz

3. “No puedo ser feliz cuando mi relación se ha desmoronado”

Cuando una relación comprometida se viene abajo, la reacción a menudo es gigante. El miedo a la separación es especialmente agudo. Las personas creen que nunca más podrán ser felices y que la vida ha terminado. No obstante, ellos pueden ser extraordinariamente resistentes a esas rupturas amorosas.
Investigaciones han demostrado que el punto más bajo de la felicidad ocurre un par de años antes de la separación.

“Está comprobado científicamente que después de cuatro años del rompimiento de un matrimonio, las personas son significativamente más felices de lo que alguna vez fueron durante la unión”, expresa Lyubomirsky.

4. “Seré feliz cuando sea rico y tenga éxito”

Mucha gente cree fervientemente que si no está contenta ahora es porque no ha alcanzado cierto nivel de prosperidad y éxito. ¡Error!

“Cuando hemos logrado mucho de lo que siempre hemos querido lograr, la vida puede volverse aburrida e incluso vacía. Muchas personas prósperas y exitosas no comprenden este proceso natural de adaptación y pueden llegar a la conclusión de que necesitan aún más dinero para ser verdaderamente felices. No se dan cuenta de que la clave para lograr felicidad no está en el éxito que tenemos, sino en lo que hacemos con él; no es cuán alto es nuestro ingreso, sino cómo lo usemos”, dice Lyubomirsky.

5. “Lograr mi trabajo soñado me hará feliz”

En la raíz de este mito de la felicidad, está la idea errónea de que seremos felices cuando tengamos el trabajo soñado. Sin embargo, usualmente cuando se tiene ese trabajo “perfecto” tarde o temprano se descubre que no provee la felicidad que se esperaba.

El problema empieza al descubrir que el trabajo en cuestión no se ajusta a las altas expectativas que había generado previamente. Tras una promoción se da el “efecto resaca”, es decir la felicidad después de un año vuelve al nivel anterior. “Quizá deberíamos ser más realistas, revivir experiencias concretar y disfrutar del trabajo como si de una aventura se tratase”, dice la sicóloga.

6. “Necesito un compañero para ser feliz”

Muchas personas están seguras de que no tener pareja los haría miserables para siempre. Pero, por lo contrario, múltiples estudios muestran que los solteros no son menos felices que los casados.

“Desafortunadamente, creer en este mito puede ser tóxico: no reconocer el poder de la resiliencia (capacidad que tiene una persona para superar circunstancias traumáticas) y las recompensas de la soltería, como pasar más tiempo con amigos o participar en proyectos y aventuras solos, puede llevarnos a conformarnos con un encuentro romántico pobre”, dice la autora de “Mitos de la felicidad”.

Costa Rica es el país “más feliz” de Latinoamérica

7. “Nunca me recuperaré de este diagnóstico”

“Cuando los resultados de un examen médico son poco alentadores, no podemos imaginarnos más allá de la etapa del llanto y la desesperación. Creemos que jamás volveremos a experimentar felicidad. Sin embargo, se puede hacer mucho para enfrentar con optimismo los resultados positivos de las pruebas médicas.

La ciencia ha demostrado que la actitud es una herramienta vital para sobreponerse a una enfermedad. Las emociones positivas sientan bien y las personas pueden apoyarse en la espiritualidad, la meditación y las formas alternativas para potenciarlas.

8. “Los mejores años de mi vida han terminado”

Mucha gente cree que la felicidad disminuye con la edad y suele caer en la tristeza y la depresión.
Investigaciones confirman de manera concluyente que muchas personas no podrían estar más lejos de la verdad cuando aseguran que sus mejores años los han dejado atrás. Según la sicóloga Lyubomirsky, las personas mayores son más felices y están más satisfechas con sus vidas que las personas más jóvenes.

“Experimentan emociones más positivas y menos negativas, y su situación emocional es más estable y menos sensible a las vicisitudes de la negatividad y el estrés cotidianos”, expresa la especialista.