Miguel Ángel Palacios Arias, de 43 años, había trabajado todo el sábado en la construcción de un cuarto en San Sebastián y, como buen salvadoreño, no abandonó la obra hasta concluirla.
A pesar de su cansancio se acordó de que su madre, con quien él residía, podría estar preocupada y le llamó a las 8:00 de la noche para decirle que ya iba a casa.
En la llamada, Palacios Arias también dijo a su madre que en la refrigeradora tenía unas salchichas y que se las preparara, pues llevaba mucha hambre.
Su madre le preparó su cena y ansiosamente lo esperaba; pasó una hora, luego dos y Palacios Arias no llegaba. Por su edad, la señora no tuvo opción que dormirse.
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Fue sacada de su casa donde dormía con sus padres y hermanos. A pocas cuadras la ejecutaron con un disparo en la frente.
Al amanecer, supo la triste noticia de que su hijo no llegó la noche anterior porque hombres armados le salieron al camino y le quitaron la vida; le asestaron más de diez disparos en un hecho que se registró en San Sebastián, San Vicente.
Según las autoridades, el hecho ocurrió cerca de las 9:00 de la noche en la calle principal del cantón El Paraíso, del municipio de San Sebastián, en San Vicente.
A esa hora Palacios Arias fue interceptado por un grupo de sujetos mientras él se movilizaba en su bicicleta y le dispararon. “Los supuestos pandilleros sin mediar palabras le asestaron más de 10 disparos en diferentes partes del cuerpo”, señaló el fiscal del caso.
El fiscal negó tener conocimiento sobre las causas del crimen, aunque manifestó que el sector es asediado por la mara Salvatrucha.
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La familia de Ana Cristina asegura que ninguna autoridad se les ha acercado para preguntarles algo sobre la privación de libertad.
Palacios Arias habría recibido al menos tres impactos de bala en la cabeza. Una fuente policial indicó que los agresores aprovecharon la soledad del lugar y oscuridad de la noche para cometer el crimen, sin dejar rastros ni testigos que los incriminaran en el hecho.
Familiares dijeron que la víctima nunca había sido amenazada y que toda su vida residió en el cantón, actualmente residía solo con su anciana madre, a quien mantenía con su trabajo en la albañilería.
“Que sea la voluntad de mi Señor Jesucristo, ayúdame con este dolor”, exclamó la doliente madre al momento que explicaba que Palacios Arias el menor de sus dos hijos, era su única compañía y sostén. Las autoridades no descartan que detrás de este asesinato estén pandilleros. Las autoridades dijeron que el sábado se registraron seis homicidios y solo en uno; la víctima era un supuesto marero, los restantes son personas que no tienen nada que ver con las pandillas.