Jennifer Tatiana Criollo Landaverde, de 22 años, quien comenzaba a laborar en un comedor del mercado Zacamil fue atacada, la mañana de este martes, por supuestos pandilleros cuando se dirigía rumbo a su trabajo.
El hecho ocurrió en el cantón Guadalupe, caserío Los Juárez, del municipio de Apopa, al norte de San Salvador, el cuerpo de Criollo Landaverde quedó tendido en uno de los caminos entre los cañales, ubicados en el kilómetro ocho del bulevar Constitución.
Según los familiares, la víctima salió de su casa como todos los días a las 5:45 de la mañana, para comenzar sus labores, sin imaginarse que a dos cuadros de su vivienda encontraría la muerte.
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En lo que va del año, 135 mujeres han sido asesinadas en El Salvador, el caso más reciente es el de Karla Liseth Turcios, periodista de La Prensa Gráfica. La Organización de la Naciones Unidas sugirió al Estado salvadoreño frenar la situación de violencia contra las mujeres en el país.
La joven transitaba todos los días por el mismo sector, indico una tía, quien agregó que nunca les había mencionado si había sido amenazada por las pandillas que operan en la zona.
“Ella era una mujer tranquila, trabajaba para mantener a su niña de dos años, apenas hace tres meses había comenzado en el comedor del mercado”, señaló la tía.
Contrario a la versión familiar, la Policía confirmó que la víctima había sido amenazada por miembros de la pandilla 18 revolucionarios que controlan el sector, aunque sin especificar porque habrían sido las amenazas.
Las autoridades además informaron que la Tatiana Criollo fue asesinada con un arma de nueve milímetros. “Tenía al menos ocho disparos en diferentes partes del cuerpo, al menos dos de ellos en la cabeza”, detalló la fuente policial.
Hasta el momento se desconoce la cantidad de sujetos que habrían cometido el crimen y aún no se reportan capturas por este hecho.
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Los capturados pasaban a sus víctimas a través de puntos ciegos.
Sobre la víctima
Criollo Landaverde deja en la orfandad a una niña de dos años con quien pasaba su tiempo libre, señalaron sus familiares.
La joven madre había residido en el lugar toda su vida y vivía junto a su mamá, sus dos hermanos gemelos de 13 años, la tía y el esposa de esta última.
Antes de el nacimiento de su hija había trabajado en un restaurante, al nacer la bebé se dedicó a criarla y hasta hace tres meses comenzó a laborar en un comedor del mercado Zacamil, el destino donde se dirigía esta mañana antes de ser asesinada.