Un vendedor de almuerzos que se instalaba sobre la acera cercana al portón de la Facultad de Odontología de la Universidad de El Salvador (UES), fue atacado por sujetos a bordo de una motocicleta ayer, casi al filo del mediodía.
Aún con vida, Edwin Alexander Aguilar, de 26 años, fue auxiliado y llevado por un equipo de emergencia del Ministerio de Salud a un hospital de San Salvador, pero en la entrada de emergencia murió, afirmó la Policía.
El tiroteo provocó pánico en la población universitaria, pues a esa hora finalizaban las clases de la mañana y se encontraron con el hecho de sangre.
Tres hermanos fueron asesinados en una finca de Tepecoyo
Osmín Alfredo, de 36 años, Ernesto, de 24, y Óscar, de 20 años, todos apellido Nolasco Cea fueron asesinados a balazos en el cantón El Mojón, un punto límite entre Tepecoyo y Colón, en el departamento La Libertad.
Además, decenas de empleados de la universidad y de oficinas aledañas a esa hora salen a buscar dónde almorzar o comprar comida.
Varias horas después del suceso, los vendedores de la zona se encontraban aún escépticos y atemorizados, y no querían dar mayor información de lo que habían vivido para no comprometerse y correr riesgo.
“Yo solo oí que le habían disparado a un muchacho, pero no vi quiénes fueron”, dijo una vendedora que, tres horas después, todavía se notaba nerviosa.
Los demás vendedores de la zona repetían casi la misma versión, ante la inquietud de si supieron del ataque al joven vendedor de comida.
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Abrió fuentes de empleo con restaurante y pastelería. PNC no dio detalles del crimen.
Un ciudadano, quien por su seguridad declinó identificarse, afirmó que los ataques en los contornos de la Universidad de El Salvador no suceden de forma aislada.
Agregó que con frecuencia, de un momento a otro, sujetos en motocicletas se bajan y disparan a persona en ese sector y luego escapan.
Algunos comerciantes afirmaron que la víctima trabajaba con otra persona , al parecer pariente, en el momento del ataque pero no sufrió daños.
Dijeron que tenían entre cinco y seis meses de llegar a la zona a vender comida en horas del mediodía, de lunes a viernes.
Ambos muchachos llegaban en vehículo, se estacionaban y sus clientes llegaban a comprarles.
“Yo no vi que tuvieran facciones de pandilleros o delincuentes, que pudieran llevar a un ataque”, dijo un ciudadano que los veía laborar en la zona.
Las autoridades no quisieron profundizar en una posible línea de investigación, aunque no descartan que las pandillas estén detrás de este caso.
Sospechan que las víctimas podría estar siendo extorsionada y que por algún problema surgió algún inconveniente que desató la acción de los delincuentes.
El sector oriente de la Universidad de El Salvador está rodeado de comunidades, entre ellas, La Fosa, donde se movilizan pandillas.
Estos grupos mantienen el control de los lugares donde residen y no toleran que personas de otros sitios los visiten, sostiene la Policía.
Además, agregó, consideran que las personas de otros lugares son sus rivales y provocan estos ataques.