La goma de mascar es un producto que adoran las personas de cualquier edad. Hay de muchos sabores y colores. Tienen presencia en las fiestas infantiles, regalos, momentos divertidos y de relax.
Hasta hace poco se creía que era simplemente para comer y tirar pero la diseñadora Anna Bullus, de Reino Unido, encontró otro uso interesante ligado a la moda.
Decidió crear productos nuevos a partir de chicle usado. Su idea era reciclar y reutilizar para fabricar objetos.
Check out the chewing gum shoes https://t.co/Uc62dkgQKp pic.twitter.com/ZI7KI3rWzY
— O’Brien Waste NE (@OBrienWasteNE) 4 de julio de 2017
Bullus pensó en todas las formas que podía adoptar un chicle usado. Ahora hace botas, suelas de zapato y hasta vasos. Para ella es una forma muy creativa e innovadora de reciclar.
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No obstante, llegar a hacer todo eso no ha sido fácil. Desde hace 10 años se dedica a darle forma a la goma de mascar, y desde ese entonces ha ayudado a fomentar un nuevo comportamiento en las personas, más concienciado y con voluntad para hacer cambios en la sociedad.
Una solución efectiva
La primera idea que cruzó en su mente fue establecer contenedores de chicles en Reino Unido. Ahí habitan al rededor de 8 mil personas y logró que todas depositaran sus chicles en los depósitos.
Se instalaron 11 en toda la ciudad. El proyecto contó con el apoyo de la Universidad de Winchester y más adelante inspiró al aeropuerto de Hearthrow y los ferrocarriles Great Western Railway a utilizar contenedores. Los resultados comenzaron a hacerse notar: la ciudad se estaba limpiando de chicles.
(Así son los contenedores de chicle diseñados por Bullus)
Had an interesting conversation Environment Committee Members today about @GUMDROPLTD – a company which facilitates chewing gum recycling (you heard me right!) rather than it being dropped all over the @cityoflondon pavements! #innovation pic.twitter.com/BYx88a363K
— Ben Murphy CC (@benjmurf) 6 de marzo de 2018
Después de eso Bullus tenía una gran cantidad de goma usada. Su reto se convirtió en otro: encontrar socios industriales para que le ayudaran a reciclar el material y darle la forma deseada.
Afortunadamente la planta de reciclaje en Worcester, en el corazón de Inglaterra, aceptó el reto.
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El proyecto logró cambiar el comportamiento de las personas ya que comenzaron a depositar los chicles en su lugar y luego comenzaron a utilizar materiales reciclados en nuevos productos. Uno de los más difíciles de introducir a los consumidores fueron los vasos porque estaban llenos de estigmas.
La gente los olía y el hecho de pensar que eran objetos creados a partir muchas gomas que salieron de la boca de desconocidos era desconcertante.
Para sorpresa de todos en esos materiales solo hay 20 % de chicle y no existe ni mal olor o probabilidades de contagiarse de enfermedades.
(Productos promocionales de goma de mascar)
British company @GUMDROPLTD turns used chewing gum into travel mugs, rulers, combs and other #promoproducts https://t.co/ksgwRrlXTg #Sustainability #recycling pic.twitter.com/MFKjHn9oVh
— Theresa Hegel (@TheresaHegel) 8 de marzo de 2018
“Cuando manejas el producto terminado, toma un tiempo acostumbrarse al hecho de que estuvo antes en la boca de una persona”, confesó el director de la planta de reciclaje Brett Nixon. Y agregó “pero una vez que superas eso, es fácil. Reciclarlo y darle una segunda vida significa ayudar al medio ambiente. Es una idea fantástica”.
Por su parte, Bullus sigue comercializando varios productos gracias a todos sus socios. Aunque la gente no deja de olerlos antes de usarlos con la sorpresa que no encuentran ningún defecto en ellos.