La necesidad de encontrar esperanza es un país tan convulsionado como El Salvador llevó a la cineasta Marcela Zamora hasta la sede central de Comandos de Salvamento.
Ahí descubrió algo que jamás esperó, una nueva lección de vida: “Me enamoré desde el primer día. Son personas impresionantes, sí son héroes, porque además de rescatistas, son voluntarios”, expresó la directoria de cine documental graduada de la Escuela Internacional de Cine y Televisión en San Antonio de los Baños, Cuba.
Durante 20 días convivió con jóvenes y adultos que trabajan arduamente por salvar vidas en turnos que duran como mínimo 24 horas. Escuchó toda clase de relatos provenientes de voluntarios que han formado parte de Comandos por décadas.
“Siempre pasa, la gente humilde ayudando a la gente humilde, ayudando a los que no cuentan, gente humilde metiéndose a rescatar a personas de lugares que nadie quiere entrar, es un reflejo de esta sociedad”, añadió.
Poco tiempo antes de entrar a este mundo teñido de amarillo y verde, Zamora sintió el cansancio proveniente de sus doce años de trayectoria realizando documentales centrados en víctimas de violaciones de DD.HH., de la memoria histórica o víctimas de discriminación de género.
“Buscaba un poquito de esperanza, estaba quedando igual al país, sin esperanza. Al hacer películas sobre víctimas estaba perdiendo la esperanza de que este país vale la pena”, señaló la también periodista.
Para quitarse el “mal sabor de boca”, Marcela inició la búsqueda de protagonistas para una producción centrada en los héroes de El Salvador. Una cosa llevó a la otra y terminó siguiendo los rápidos pasos de los rescatistas que una vez tras otra recurren a su llamado.
“Lo que yo pretendía con el documental era mostrar estos héroes que a la vez son víctimas, porque ellos cuentan con $500,000 al año para sus 30 sedes. De la nada ayudan, a sus ambulancias les suenan todos los tornillos, pero tienen una pasión y un amor para trabajar increíble”, detalló Zamora.
Este material es para ella una “radiografía” de estos paladines que también se han convertido en una inspiración para sus producciones futuras, las cuales ya están en marcha.
“Me di cuenta que la violencia acá no es sólo de las pandillas, sino también la de nosotros… me di cuenta de un montón de cánceres que tiene el país, somos una sociedad desesperada y ya todos tenemos a flor de piel la violencia”, concluyó Zamora, quien ahora ve más luz en sus ideas documentalistas.
Este miércoles es el tan esperado estreno de este documental, el cual se proyectará a las 7:00 p.m. en Cinépolis Galerías. Este mismo horario se mantendrá hasta el miércoles 12 de octubre en dicha sala. También hay otras fechas para Ataco, El Tunco, Suchitoto y la Casa Tomada