“Llegará un punto en que la muerte será una decisión y no obligatoria”

El español Pablo Antón, cofundador de Campus Party, estuvo en el país preparando el evento de 2017 y habló de cómo el desarrollo de la tecnología impactará en el ser humano. 

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elsalvador.com

Por Claudio Martínez

2016-10-29 6:39:00

Un mundo sin empleos, donde todo el trabajo lo hacen robots, los seres humanos son casi inmortales, no serán necesarios los idiomas e ir a la escuela con teléfonos celulares lejos de ser prohibido será obligatorio. Así se imagina el futuro no muy lejano el español Pablo Antón, 48 años, licenciado en filosofía pura y cofundador de Campus Party, el evento de tecnología más grande del mundo que se realiza desde 1997 en cada rincón del planeta. 
Nació en Ginebra, Suiza, pero se considera español porque en ese país nacieron sus padres y porque desde hace años reside en Málaga, donde hizo desde periodista deportivo hasta diputado provincial, desde profesor de filosofía a director de Juventud de la alcaldía. De visita en El Salvador, Pablo anticipa una tentativa fecha para el próximo Campus Party El Salvador y se atreve a imaginar un futuro con muchos cambios…   

¿Cuándo será el próximo Campus Party en El Salvador? 
He venido a buscar ayuda para hacerlo en 2017, estoy tocando puertas. Será en septiembre u octubre del año próximo. Ya es tiempo… Después del gran suceso que tuvo el de 2014, es necesario organizar otro. El anterior fue un gran éxito, de los mejores recibimientos del primer año que yo he visto. Fue lleno total y la recepción fue muy positiva. 

Tras casi 20 años de Campus Party a nivel mundial, ¿cuáles son los cambios más fuertes?
Las primeras ediciones era más LAN Party, un sitio donde la gente se reunía con sus computadoras y hacían alguna actividad. El segundo paso fue convertirse en una fiesta de los amantes de la tecnología. El tercer paso fue ir puliendo hacia lo que es el talento, algo que las empresas demandan mucho. Y el talento se valora porque genera nuevos negocios, entonces lanzamos algo que se llamaba Campus Party Labs. 

¿Y cuál es el siguiente paso?
Ahora estamos en un movimiento llamado Feel The Future en el que intentamos concientizar a la sociedad del impacto que va a tener la tecnología en el empleo…En realidad tendrá impacto en todo, pero específicamente sobre el empleo. La tecnología acabará con la mayoría del empleo…

¿Tan así?
Sí, y no lo digo yo. Hay estudios que lo avalan: la tecnología acabará con la mayoría del empleo.

No suena muy alentador…
Pero es así. Los procesos de automatización, los procesos de inteligencia artificial, de biomecánica son inevitables… No va a haber nada que una máquina no pueda hacer mejor que un ser humano. Antes la máquina reemplazaba al músculo. El tema es que ahora los programadores están haciendo mentes mecánicas, no músculos mecánicos. Por lo tanto las máquinas van a hacer mejor ese trabajo mental también…

¿Cuándo?
No se sabe todavía. Pasará de una manera paulatina. Pero que va a suceder, va a suceder. En el Campus Party se hablará de cómo estar preparado para ese fenómeno. Ahora cuando imaginamos un robot pensamos en las cadenas de procesos como las que montan un carro. Pero los robots ya no son así: ahora empiezan a pensar por sí mismos, se programan ellos mismos, son capaces de aprender, son multitarea…

¿Se hace realidad lo que ocurre en Terminator 3: la rebelión de las máquinas?
No, no creo que las máquinas nos dominarán y ni nos harán desaparecer. 

¿No se van a rebelar como en la película?
No, porque nosotros vamos a incorporar esas máquinas también. Evolucionaremos a la par. No será algo unilateral, y esos robots nos harán evolucionar más rápido. Pero repito: eso va a cambiar nuestra manera de trabajar y no vamos a ser tan necesarios: un robot cuesta a un empresario mucho menos dinero que un empleado.

¿No quedará ninguna profesión?
Habrá una transición. Surgirán nuevos empleos, porque todo eso lo tiene que desarrollar alguien. Los pocos empleos que se van a crear será en la disciplina que llamamos STEM: ciencia, tecnología, ingeniería… Son las carreras del futuro, y en algún momento tampoco serán necesarias. 

¿Cómo prepararse para eso?
Todavía los gobiernos están pensando en sociedades del pleno empleo, los políticos venden sociedades del pleno empleo… Y se están equivocando radicalmente. Todo lo contrario. Cada vez habrá menos empleo en el mundo… Y una sociedad que no haga una previsión de eso es una sociedad que va a tener grandes riesgos de colapso.

Suena apocalíptico…
No, eso es bueno. Al final las máquinas harán las cosas por nosotros, abastecerán nuestras necesidades. Claro, en nuestra mentalidad una sociedad donde el trabajo es algo que se consume, donde el trabajo es imprescindible, incluso para la realización de las personas. Pero hay otras actividades más humanas que trabajar: amar, crear, la amistad… 

Eso no es fácil de asumir…
Claro, pero pasará más rápido de lo que la gente piensa porque el crecimiento de la tecnología es exponencial, todo va muy acelerado.  

Es decir, ya no se podrá vivir al margen de la tecnología.
Será imposible. Será como ser analfabeto. Pensemos en el Internet. Al principio tenía acceso sola una capa de la población. Ahora Internet es como la electricidad: está ahí. Ya es asumido. Uno no se plantea tener o no electricidad. Con la tecnología es igual. 

¿Es igual o será igual?
Es igual, eso ya ocurre hoy. Mañana creceremos con la tecnología: será un proceso de retroalimentación del humano hacia la tecnología y de la tecnología al humano. Eso nos hará mejores. La incorporación de la tecnología a la medicina ayudará mucho y ya se está dando. Neil Harbisson, al que llaman el primer cyborg humano. Es una persona con deficiencia cromática: solo ve escalas de grises. ¿Qué hizo? Se implantó en el cerebro una cámara que capta los colores y los interpreta en sonidos. Por lo tanto, cada vez que él ve, está escuchando y puede saber todos los colores que hay. Es más, nuestros ojos son incapaces de ver la escala de los ultravioleta, pero la cámara sí. Él distingue esos colores que los humanos no podemos. 

¿Qué pasará con la educación?
Hay que cambiar. Mi padre tiene 81 años y mi hijo 11, y la manera de aprender de mi padre es muy parecida a la de mi hijo.

Con 70 años de diferencia…
Imagínate, ¡70 años! El mundo ha cambiado radicalmente. Ahora es absurdo que la gente siga yendo a un colegio, se sienten todos en el mismo sitio y aprendan todos de una persona que supuestamente es la fuente del conocimiento. Ahora ya un profesor no puede ser la única fuente de conocimiento. Cuando todo está en el teléfono móvil… Tampoco es normal que todos aprendan al mismo ritmo. Y la tecnología tiene herramientas que te pueden hacer estudiar de diferente maneras. Seguimos aprendiendo cosas que son absurdas…

¿Como cuales?
La raíz cuadrada, los ríos y demás. Lo vomitas en un examen y a los dos años ya no te acuerdas de nada. Los niños de ahora se frustran en los colegios. No les dejan usar el móvil y es una herramienta fundamental.

¿Qué pasará con los idiomas?
Ahora mismo todavía es fundamental que hablemos varios idiomas. En el futuro no hará falta que hablemos inglés o mandarín: la tecnología lo hará por tí: te traducirá automáticamente, con lo cual será una pérdida de tiempo tener que memorizar o aprender un idioma. Ya hay software de teleconferencias donde incorporan estas traducciones simultáneas automáticas. Tú hablas y te lo va traduciendo…

Los traductores perderán su trabajo primero…
Y sí, y con el esfuerzo que implica aprender un idioma. Antiguamente era importante saber sumar y restar porque una máquina no lo podía hacer, ahora mismo es un absurdo. Lo mismo los cálculos matemáticos, ahora lo hace la calculadora, ¿para qué lo quieres hacer tú que tardarás más? Lo que tendrá sentido es saber para qué utilizar una raíz cuadrada, no hacer el cálculo…

¿Sigues pensando que el panorama no es apocalíptico?
No lo veo así. Siempre se piensa en lo peor, pero yo soy optimista. La evolución del hombre siempre ha ido para mejor, aunque nos creamos que no. Por ejemplo, la conciencia ecológica que tenemos ahora no la tenían los hombres hace 200 años. Las guerras son un proceso traumático, matar a alguien también. Hace 300 años era algo normal. Hemos avanzado.

¿Cuánto falta para que el ser humano tenga insertado chips en su cuerpo?
Ya hay casos. Leía un artículo donde le hicieron un implante de brazo a un tetrapléjico. No solo siente el movimiento de su brazo, sino que siente las cosas que toca. Ese brazo lo han conectado al cerebro… Diré algo y les va a sorprender…

¿Qué?
Llegará un punto en que la muerte sea una decisión y no sea obligatoria.
¿Cómo?
Cuando avancemos en genética y revirtamos el gen del envejecimiento. Se estudiará por qué en determinado momento las células dejan de reproducirse a esa misma velocidad y van muriendo. Llegará el día que eso se podrá manipular y que la gente siga siendo celularmente  activa. Cuando se dé eso e incorporemos elementos biomecánicos que sustituyan órganos que estén en mal estado…

Sin envejecer y con órganos fácilmente reemplazables, la gente ya no morirá…
Hombre, morirás si sufres un accidente. Pero de lo contrario, morir será más una decisión.