Un anillo de diamantes y esmeraldas de la casa Van Cleef & Arpels fue el metal que selló el amor entre Jacqueline Bouvier y el senador John F. Kennedy, quienes se comprometieron un día como hoy, 24 de junio, pero de 1953. El anuncio oficial se hizo al día siguiente. Para ese entonces la pareja llevaba dos años de ser novios. Se conocieron en una fiesta que organizó el periodista Charles L. Bartlett y su esposa, amigos en común, en Georgetown, Washington DC. El 12 de septiembre, menos de tres meses después, celebraron su matrimonio en Newport, Rhode Island.
Ella, a la que todos conocían como Jackie, venía de una familia de alta alcurnia de Nueva York, se había graduado de la Universidad en literatura francesa y trabajaba de reportera gráfica en el periódico Washington Times-Herald. En su tiempo libre montaba a caballo. Él era senador -luego sería presidente de los Estados Unidos- y lógicamente pasaba mucho tiempo en la capital. “Jamás pensé que podía enamorarme de una persona alérgica a los caballos”, contó Jackie alguna vez.
“Su modo de cortejarme fue bastante original: me llamaba desde un bar de Massachusetts, por ejemplo, entre un gran ruido de vasos y de monedas sobre el mostrador, para invitarme al cine a la semana siguiente…”, dijo ella en una entrevista.
¿Dónde le entregó el anillo JFK? Ocurrió en un pub de Washington llamado Martin’s Tavern, ubicado en la esquina de Wisconsin Avenue y N Street donde históricamente asistían los políticos. En el reservado 3, donde habitualmente Kennedy disfrutaba de sus huevos benedictinos con café, le propuso matrimonio a Jackie ese 24 de junio. Varios años después, la mesa del lugar se volvió célebre y hasta se exhibe una placa de bronce donde se explica que en ese lugar “JFK le propuso a Jackie”. De hecho, muchas otras parejas han tomado el lugar de referencia y lo han usado para declararle el amor a su media naranja.