Descubre la importancia de mirar a los ojos

Mirar a los ojos es primordial para lograr el éxito en la vida. 

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elsalvador.com

Por Colaboración Maia Fernandez

2016-04-17 11:32:00

Cuentan las viejas tradiciones que si brindas y no miras a los ojos a la otra persona, tendrás 7 años de mala suerte. Más allá de las creencias o supersticiones, mirar a los ojos es primordial para lograr el éxito en la vida.

Como maestra de escuela sé de la importancia que tiene mirar a todos los niños del salón, no perder de vista a ninguno cuando estoy explicando algo.

Al realizar esa acción me estoy asegurando que todos mis alumnos se sientan integrados a la clase y que estén prestando atención.

Por eso recomiendo a los que tienen que dar una conferencia o presentación, que realicen un recorrido de 180 grados con la vista por todo el salón. Eso les demostrará a los oyentes que uno está seguro de lo que está hablando y será un componente esencial para lograr el efecto deseado.

Pero mirar a los ojos cuando hablamos no es solo fundamental cuando hablas en público, sino que es algo necesario para la vida en sociedad, y, por ende, para lograr el éxito en la vida. ¿Te has preguntado por qué? 

1. Seguridad y confianza Transmites seguridad, honestidad, transparencia. Verlos a los ojos implica que no tienes miedo de que ellos te vean a ti. 

2. Prestas atención a lo que te están diciendo Si te has fijado, cuando dos personas están conversando, la que habla generalmente mira hacia otro lado para concentrarse en lo que está diciendo. Lo mismo ocurre al pensar, las personas solemos mirar hacia un costado cuando lo hacemos mientras hablamos con alguien, pero siempre, para que la comunicación sea exitosa, debemos mirar a los ojos a nuestro interlocutor. 

3. Hay miradas que matan Muchas veces la mirada lo dice todo. Ante una mirada que intimida, mira el entrecejo. La persona no se dará cuenta y continuarán teniendo una conversación agradable. 

4. Enfocarse En general, no mirar a los ojos, desviar la mirada cuando estamos hablando con alguien, no está bien visto. Genera desconfianza, rechazo, enojo. Muestra que no estamos prestando atención. De ahí la frase metafórica “poner la mira”, nos concentramos en algo determinado. Si no miramos al otro estamos mostrando que no nos interesa, que estamos pensando en otra cosa. O también podemos hacer dudar a nuestro interlocutor de la veracidad de nuestras palabras.

Vale aclarar que puede haber excepciones. Si ves que alguien no te mira a los ojos, no siempre es sinónimo de deshonestidad. Puede tratarse de timidez o enojo.

Después de este repaso, coincidirás conmigo en la importancia de la mirada en la comunicación. A continuación te presento algunos puntos a considerar respecto a la mirada en dos de las relaciones más importantes: las familiares. 

1. En la pareja Mirar a los ojos es algo primordial, demuestra sinceridad y amor hacia tu cónyuge. Le haces sentir que le importas. Ya sea cuando él te esté contando algo importante de su vida o cuando estén conversando de temas relacionados con la pareja, es esencial mirarse. Lo mismo se aplica si estás conociendo a alguien con miras de formalizar una relación. Mirarlo a los ojos será una de las herramientas fundamentales para que esa pareja prospere. 

2. Con los hijos El otro día hablaba con un taxista y me contaba que a diario ve madres con el celular mirándolo todo el tiempo mientras sus hijos les hablan. ¿Qué triste no? Con el lenguaje gestual les estamos transmitiendo que no nos importan, y eso es lamentable. Quizá estemos ocupados pero es necesario, si los niños nos preguntan algo, mirarlos cuando lo hacen. Para finalizar, dicen que los ojos son la ventana del alma. Son lo que nos permite conocer el mundo. Además, en las relaciones humanas nos permiten observar al otro pero también expresar con la mirada más allá de las palabras.

Al mirar a los ojos transmitimos nuestras emociones y pensamientos. De esa manera logramos una comunicación más lograda, más completa.

Nuestro interlocutor puede darse cuenta de lo que queremos decir, de lo que nos sucede, sea tristeza, alegría, dolor, amor, enojo, preocupación, agradecimiento, etc. Nos abre un amplio espectro, una amplia paleta de expresiones que exceden a las palabras, sentimientos que son imposibles de transmitir con estas últimas.

Como dice un personaje de la película El secreto de sus ojos: “Supongo que cuando no se pueden decir las cosas, las miradas se cargan de palabras”.