El tenista, la amenaza del covid y el combate a lo insensato

Las vacunaciones y medidas contra las pestes son parte de la defensa que toda sociedad debe tomar colectivamente para protegerse de amenazas, peligros, agresiones, desgracias.

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Un manifestante lanza piedras a la policía antidisturbios durante las protestas contra el gobierno del presidente colombiano. Foto AFP/ Juan Barreto Iván

Por El Diario de Hoy

2022-01-11 6:09:25

A Novak Djokovic, uno de los cuatro o cinco mejores jugadores de tenis del mundo, le negaron la entrada a Australia para participar en el Grand Slam del país por no estar vacunado contra el covid, una exigencia que se hace a toda persona que quiera visitar el enorme subcontinente como medida preventiva para evitar la propagación del mal.

Djokovic, como su nombre lo indica “Novak”, “No-vak-unas”, pretendió que una especie de salvoconducto extendido por sus médicos de no necesitar las vacunas fuera suficiente, ya que nadie sabe en qué medida es inmune al virus, cómo le afectaría y si será una especie de fastidiosa gripe o si lo llevará al otro mundo después de una espantosa agonía.

El hombre más fuerte de Bélgica, Frederic Sinistra, campeón de kick-boxing y que rehusó vacunarse por creerse inmune, murió después de pasar por el horror de la prolongada asfixia que precede a la muerte por covid.

Aunque un juez le ha permitido quedarse y salir del encierro de inmigración, el rechazo a Djokovic es más que justificado, pues los negacionistas, los que se ufanan de “no creer en el covid” y por lo mismo rehúsan vacunarse, ponen en grave peligro a los que siguen sus posturas y asimismo a toda la población de un país, del mundo, pues retarda lograr la meta de “inmunidad de rebaño”, pone en peligro a las personas y sobre todo a los jóvenes que no se toman el tiempo ni la “molestia” de ir a vacunarse y hacen que las medidas profilácticas que recomiendan las autoridades sanitarias no se acaten.

Lorenzo Damiano, líder del movimiento antivacunas en Italia, pidió “perdón a todos” por su rechazo a las vacunas hasta que se contagió de covid y fue hospitalizado de gravedad.

Como venimos diciendo desde hace largo rato, todos debemos vacunarnos en beneficio del resto de la población, pero muy en especial en el de nuestros padres, hijos, hermanos.

Bien dice el presidente de Francia, Macron: el derecho de uno (de los que no quieren vacunarse) termina donde comienza el derecho de otro de no ser contagiado por los irresponsables.

Macron va más lejos al declarar que va a jod... a los no vacunados, que en adelante hasta para ir a un supermercado tendrán dificultades.

En Estados Unidos vacunarse no tiene costo alguno e igualmente aplican la vacuna tanto a locales como a extranjeros y a niños menores de doce años. Todo es buscar en Internet en qué farmacias están aplicando vacunas y hacer una cita, se trate de las CVS, las Walgreen, Ralph’s...

Las sociedades tienen derecho a defenderse

Las vacunaciones y medidas contra las pestes son parte de la defensa que toda sociedad debe tomar para protegerse de amenazas, peligros, agresiones, desgracias, así como de:

—la incompetencia en el manejo de la cosa pública es una grave amenaza al bienestar colectivo, un mal que padecemos actualmente los salvadoreños;

—la corrupción, y más la corrupción desenfrenada, socava la moral colectiva y destruye el gran patrimonio que todo país acumula con el tiempo;

—la violencia contra personas, comunidades, críticos de un régimen y hasta contra “los que caen mal” es una forma de putrefacción pública, lo que aquí se contempla con el literal secuestro de un grupo de personas a quienes les niegan elementales derechos de todo ciudadano.