Hidrotecla es el nombre del proyecto que Roberto d’Aubuisson, alcalde de Santa Tecla, desarrollará en el municipio para abastecer de agua a las comunidades donde ANDA suspenda el servicio, como es la regla entre los habitantes de El Salvador.
El ambicioso plan comprende la utilización de fuentes y manantiales del municipio, así como instalación de reservorios para almacenar agua lluvia en invierno y distribuirla cuando se necesite, una iniciativa que también ha estado promoviendo El Diario de Hoy.
En momentos en que una regla esencial de protección al COVID-19 es lavarse las manos con frecuencia, que no haya agua en los grifos es incrementar los riesgos de contaminación, con las consiguientes pérdidas de vida o serias secuelas a la salud de los afectados.
Recoger agua en embalses, cisternas, lagunetas, donde tal cosa sea posible, es un expediente de sobrevivencia que se maneja desde que el hombre formó sus primeros asentamientos y no podía quedar a merced de sequías.
El ocaso de los mayas se debió, principalmente, a una crisis de agua, pues ni en el Petén ni en territorios vecinos hay ríos con la capacidad de sostener las grandes ciudades que fundaron, pues al descuajar los bosques perdieron la humedad requerida.
Muchas grandes ciudades tuvieron que ser abandonadas por falta de agua, como Fatehpur Sikri, en la India, la capital de Akbar el Grande, un monarca mogul que alentó la convivencia pacífica entre las distintas religiones de su imperio pero que quedó sin la cantidad de agua para sobrevivir en tiempos de sequías.
La ciudad con sus hermosas edificaciones sigue incólume, uno de los atractivos turísticos más importantes de la India…
Pero el experimento más descabellado de fundar una ciudad donde no hay suficiente agua es el de Brasilia, donde un sinvergüenza que sirvió de presidente, Joscelino Kubitschek, dispuso que allí “en el centro geográfico de la nación”, como si tal cosa tuviera gran importancia, debía estar la capital de la nación, precisamente en grandes extensiones de sus terrenos.
Kubitscheck encargó el diseño a un arquitecto brasileño, comunista, que colaboró con Le Corbusier, el más grande arquitecto del Siglo Veinte, en algunos proyectos.
El arquitecto, con mentalidad regimentadora, dividió la ciudad en sectores, los que han ido desvaneciéndose… (Por ser Brasilia la capital oficial de Brasil las sedes diplomáticas están asentadas en dicho lugar, con el consiguiente inescapable aburrimiento de embajadores y diplomáticos acreditados, confinados en un pueblón lejos de todo, lo que nos consta de vistas y oídas…).
La madre naturaleza regala a esta tierra con enormes cantidades de agua cada invierno
La mayoría de las grandes ciudades a lo largo de la historia se ubicaron al lado de caudalosos ríos —desde Tebas, el actual El Cairo en la ribera del Nilo, hasta París, Roma, Londres, Berlín— ya que el río es agua pero asimismo una ruta para conectarse con otras ciudades y territorios.
En el Siglo VIII de nuestra era un monarca de Ceilán, ahora Sri Lanka, hizo su “Hidrotecla”: formó lagos artificiales que perduran esplendorosos al día de hoy, dando verdor y frescura a visitantes y locales…
El plan del alcalde D’Aubuisson, Dios mediante, sirva de ejemplo a otras comunidades del resto del país, formando embalses con tapadas en los cauces de ríos y sembrando ranas comestibles, para abrevar ganado, purificar agua, usarla en baños y sanitarios, pues el Cerrón Grande es un gran embalse que suministra parte del agua que se consume…
Estamos seguros de que el plan del alcalde Roberto D’Aubuisson sentará escuela en nuestro sediento país…