¿Qué pasó con El Chaparral? ¿Qué sucedió con el pago a Astaldi?

Las instituciones independientes en la teoría al menos de nuestro país, se trate de una entidad como el Tribunal Supremo Electoral o la Fiscalía, no sólo no deben "aparentar decencia como la mujer del César, sino ser decentes".

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2017-03-06 8:55:00

Al lado de las investigaciones sobre corrupción, las que por ahora han tocado a pocos individuos ligados al oficialismo, hay una serie de casos todavía más graves que no se tratan por algún motivo, aunque puede ser que la hora está por llegarles.

Hay dos hechos que deben aclararse por su particular gravedad: el primero es lo sucedido con el Gran Hoyo de El Chaparral, que le costó más de un centenar de miles de dólares al país, siendo el otro el pago a Astaldi por casi el cuarenta por ciento de la obra, pago hecho durante la administración de Funes, cuando únicamente un veintinueve por ciento estaba completado, una decisión inexplicable que debe encausar a los culpables de tal maniobra.

Hasta el momento la mayoría de enjuiciados y además encarcelados por enriquecimiento ilícito son personajes que una vez estuvieron ligados a la oposición, ya que hay poquísimos presuntos corruptos encausados que tengan vínculos con el grupo en el poder, situación esta que la gente de trabajo espera que se corrija, pues, de lo contrario, la administración de justicia y la misma labor de la Fiscalía quedan en entredicho, considerando que para toda persona bien nacida es un contrasentido, pues la diosa justicia se representa siempre con una balanza en su mano y los ojos vendados, vendados como decisivo símbolo de la imparcialidad.

En tal sentido el haber encontrado en posesión de dos policías bolsas de marihuana que ellos muestran ante jueces y fiscales como señal de narcotráfico es muy inquietante, pues comprueba que “fabricar pruebas” o presentar testigos falsos es una amenaza para todos y particularmente para personas inocentes que por un error caen en problemas con la policía u otras autoridades.

Y que se manipulan pruebas y destruyen documentos se evidenció en el caso de un capitán de Capres condenado por buscar encubrir un accidente vehicular que involucraba un vehículo oficial o como el vocero que hizo aparecer a la víctima mortal de otro accidente como “indigente”, siendo un apreciado abogado de la misma Corte. Igual, por desgracia está sucediendo con un joven apresado por error, de buena conducta: para “no dar su brazo a torcer”, los captores lo remitieron a la Fiscalía, que se rebuscó para endilgarle el cargo de extorsión, como igual pudieron haberlo acusado de amenazas a muerte o lo que fuera.

Nada costaba decir nos equivocamos y disculpe, pero lo que se busca es siempre lavar la cara a miembros del oficialismo actual aunque con eso se lleven de encuentro o pongan en peligro reputaciones y vidas.

La mujer de César debe aparentar
pero también debe ser decente

En tal sentido la Fiscalía debe hacer una introspección y replantear la validez ética de lo que viene sucediendo, comenzando, como decimos, con el hecho de que se tocan a pocas figuras vinculadas al grupo en el poder, comenzando por el mismo Funes, como señaló el exmagistrado doctor Hernández Valiente en una entrevista televisada.

Las instituciones independientes en la teoría al menos de nuestro país, se trate de una entidad como el Tribunal Supremo Electoral o la Fiscalía, no sólo no deben, parafraseando un viejo proverbio, “aparentar decencia como la mujer del César, sino ser decentes”, en este caso cuidar su imparcialidad y corregir lo que de indebido se haya hecho, pues en sus manos está evitar que de mal paso en discutible paso se vaya socavando la legalidad acercándonos a lo que prevalece en la selva, como en Cuba.