Los despilfarros de hoy pueden llevarnos a más deudas e impuestos

¿Cuánto tiempo tomará al país, a nuestro El Salvador, resarcirse del desaforado saqueo del que venimos siendo víctimas desde hace tantos años, pero que en los últimos meses ha roto todos los precedentes, machacado todos los sectores nacionales?

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La Ordenanza municipal de San Salvador tipifica la realización de actos sexuales en lugares públicos como una falta grave. Foto Archivo

Por El Diario de Hoy

2020-10-22 7:09:23

El desorden en el manejo de los ingresos fiscales, los gastos en sostener propaganda del régimen echando mano de dineros públicos, los despilfarros, la no rendición de cuentas, pueden llevar a que el venidero año se pretenda subir impuestos, incluso incrementar el IVA y Dios sabe qué patrañas más, “para equilibrar la cuenta pública” o como le llamen.
Ya economistas de ANEP advirtieron que el presupuesto preparado por Hacienda es una “trampa”, porque presenta cuentas alegres de abundancia que con la economía caída como está no se podrán alcanzar y entonces el régimen va a querer recurrir a más impuestos y endeudamiento. Eso explica por qué el ministro no quiere presentar la declaración jurada correspondiente.
Todo impuesto lo paga la gente, sean productores, familias, pensionados, los más pobres de los pobres. Incide en el costo de vestimentas pero asimismo en el precio de las tortillas, de alimentos esenciales. Los despilfarros del desgobierno, la compra de voluntades… todo afecta al pueblo.
En ningún momento los desgobernantes hablan de recortar gastos, reducir los salarios de los mantenidos —como en el caso del hombre del agua chuca—, cancelar viajes inútiles, cortar los fondos utilizados para troles, policías y militares incondicionales.
El desgobierno no cesa en sus despilfarros, pero no provee de los adecuados equipos para proteger a médicos y personal de salud, de los que están al frente de la batalla contra la pandemia. Más de un centenar de médicos, enfermeras y asistentes en hospitales han muerto a causa de no dotarles de los implementos adecuados, como se dio con el caso de las mascarillas encargadas a una fabriquita de suelas de zapatos.
Lo más grave: Bukele se fue hasta la Corte para no tener que comprar un seguro para las familias de dichos profesionales, es decir, en todo se revela la reticencia de soltar dinero del botín, como también en todo salen a luz compras con sobreprecio, a sus mismos conmilitones, como a mercaderes de granos del exterior a precios superiores a los ofrecidos en plaza, con el consiguiente daño a nuestros agricultores.
Siempre tras las coimas…

Siempre son los más pobres y los niños las principales víctimas de una cleptocracia

Que se trata de “mañas viejas” lo explican los reparos que ha hecho la Corte de Cuentas por el abandonado “Mercado Cuscatlán”.
Después de los saqueos perpetrados por anteriores desgobernantes, lo que menos necesitábamos los salvadoreños es un saqueador “corregido y aumentado”, “súper multiplicado”, una cleptocracia que deja en vergüenza a presidentes del PRI como López Portillo y De La Madrid, como recuerdan con amargura los mexicanos.
Para llover sobre mojado, continúan los meneos para “reformar la Constitución”, perpetuar el desvalijamiento del país.
Como lo recordó el hasta hace poco embajador japonés en el país, en una época los salvadoreños éramos conocidos como “los japoneses de Centro-América”, gente laboriosa, sonriente y hospitalaria.
Pero esa postura, la de meter mucha gana en lo que se hace, la de “juntos vamos a vencer los escollos en nuestro camino”, se ha ido perdiendo, en parte por las promesas incesantes de que van a “repartir la riqueza”, que todo es esperar a que alguien llegue a darnos la comida en la boca. Pero esperando mucha gente va a terminar muy mal, pues nadie vive de los “pasteles en el cielo”.
Lo más grave es que las principales víctimas son siempre los niños a quienes se les roba su futuro, los que tendrán que pagar los enormes endeudamientos requeridos por el desgobierno para sus despilfarros.
¿Cuánto tiempo tomará al país, a nuestro El Salvador, resarcirse del desaforado saqueo del que venimos siendo víctimas desde hace tantos años, pero que en los últimos meses ha roto todos los precedentes, machacado todos los sectores nacionales?