Los niños son las principales víctimas de las narcodictaduras del “Triángulo Norte”

Los niños, como señala la congresista Norma Torres, son las principales víctimas de las narcodictaduras del Triángulo Norte de Centroamérica pero, asimismo, de un mal muy difícil de erradicar: de la “sensiblería social” de políticos que se auto-marean en sus exabruptos...

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Marcelo Arévalo, tenista salvadoreño en una competición anterior. Foto / Cortesía INDES

Por El Diario de Hoy

2021-03-29 6:39:08

Los niños en los cuatro confines del “mundo mundial” —como dice el bachiller— son con harta frecuencia las principales víctimas de conflictos bélicos, supersticiones religiosas, de la “sensiblería social” de cuerpos legislativos, lo que se manifiesta en aberraciones “de todo color y procedencia”, como el cúmulo de disparates que ha dado cuerpo a la legislación minoril en nuestro suelo.
El más reciente episodio en tal drama es la separación de muchos niños de sus padres musulmanes en China, un atropello que las Naciones Unidas califican como genocidio y que investigaciones de la cadena CNN han documentado.
Varios niños separados de sus padres han sido internados en orfanatos, versus entregados a sus padres que han tomado refugio en otros países.
No solo en China sucede esto, sino también en la frontera sur de Estados Unidos como consecuencia de la migración masiva de centroamericanos que huyen de sus regímenes, la agresión de policías hostiles en México y EE.UU. y la política de separar familias, por la que muchos niños tienen hasta meses de estar confinados en campos de detención, no solo sin ver a sus padres, sino sin siquiera poder salir a espacios abiertos, ducharse, recibir atención médica. Para desmadejar ese terrible embrollo el presidente Biden ha nombrado a la vicepresidenta Harris como supervisora de un grupo multidisciplinario que ponga, en la medida de lo posible, orden en esa tragedia en gran parte causada, como ha denunciado la congresista demócrata Norma Torres, por las narcodictaduras del Triángulo Norte de Centroamérica, las que enumera iniciando con Nayib Bukele en este suelo, para continuar con Juan Orlando Hernández, de Honduras, y Alejandro Giammattei, de Guatemala.
Un hermano de Hernández está encarcelado por tráfico de drogas en Nueva York, esperando sentencia...
Como hemos informado, el presidente Biden ha nombrado a Ricardo Zúñiga como su delegado especial para, ente otras cosas, combatir la corrupción en las narcodictaduras en el Triángulo Norte centroamericano. Bukele de inmediato dijo que debía dejarse de hablar de “Triángulo Norte”, para en tal manera quitarse la lupa de encima.
Pero el cleptodesgobernante no tiene escondrijo donde meterse después que el “tío Douglas”, el exembajador, dejara el puesto.
Como dicen los asturianos, la mafia alrededor del cleptodesgobernante ha quedado con la “parte donde la espalda pierde su digno nombre”, expuesta al frío glacial. “Lo que sube a las nubes siempre cae” se deja entrever en Alicia en el País de las Maravillas...
No hay madriguera donde pueda el cleptodesgobernante esconderse pues las huellas de sus pezuñas son muy grandes, imborrables...

Muchos daños causan a los países la “sensiblería social” de sus politicastros

Se cuenta que en los tiempos del estalinismo —aberración que en una versión muchísimo menos truculenta persevera con Putin el envenenador— llevaron a un ruso, súbdito, a Radio Moscú. En un punto del recorrido se llegó a una sala donde se erguía un micrófono aislado.
“Lo que se habla en ese micrófono —le dijeron— se oye por todo el mundo...”. El ruso se abalanzó y gritó a todo pulmón: ¡auxilio, socorro...!
Es seguro que ese socorro llegue a librarnos de la cleptodictadura, pero está por verse si la legislación minoril se reforma, incluyendo la aberrante situación que prevalece en el Orfanato, la mamandurria de un grupo de desnaturalizados que mucho perjudica el bienestar de las pobres criaturas a su cargo...
Los niños, como señala la congresista Norma Torres, son las principales víctimas de las narcodictaduras del Triángulo Norte de Centroamérica pero, asimismo, de un mal muy difícil de erradicar: de la “sensiblería social” de políticos que se auto-marean en sus exabruptos...