Los dictadores piden a Putin armas para reprimir a opositores

Putin, Lukashenko y los de su calaña son capaces de hacer confesar momias, dadas las torturas y horrores que infligen a sus súbditos cuando tienen la temeridad de cuestionar algo de un régimen

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Foto: AFP / Foto Por EDH / AFP

Por El Diario de Hoy

2021-07-05 7:13:56

Ortega, los castristas y Maduro han pedido a Vladimir Putin que entrene sus fuerzas policiales y les suministre armamento más efectivo para reprimir intentos de rebeldía, de cambiar el statu quo.
Putin, al igual que la dictadura china y feroces déspotas como Lukashenko, son expertos en perseguir, censurar, torturar, asesinar, expertos en todas las mañas para reprimir intentos libertarios, como está sucediendo en Myanmar en estos momentos o lo que ocurre a los uigures en China, donde muchos de ellos, sin haber cometido crimen alguno, son condenados a largas penas de cárcel, condenas que sirven de advertencia para los que se atreven a dar alguna muestra de rebeldía, de oponer al régimen comunista y de establecerse como una pequeña nación con sus propias creencias y principios, al igual de lo que está sucediendo a los tibetanos.
No se queda atrás Daniel Ortega que, temiendo que se repita la historia y lo sorprenda una derrota como en 1990, ha mandado a encarcelar a los precandidatos y líderes de la oposición que le significan un potencial peligro de perder en las elecciones previstas para noviembre.
Se contaba antes que en un país donde las fuerzas policiales eran particularmente temidas y feroces se les pidió ayuda para desentrañar la procedencia e identidad de una momia egipcia, después que egiptólogos y científicos fallaran en resolver el enigma. La momia fue trasladada a la sede policial y en un par de días se tenía la información completa: procedencia, edad, parentescos, oficio...
—¿Cómo lo lograron, señores?
—Muy fácil: la momia confesó...
Putin, Lukashenko y los de su calaña son capaces de hacer confesar momias, dadas las torturas y horrores que infligen a sus súbditos cuando tienen la temeridad de cuestionar algo de un régimen, como está sucediendo en Hong Kong, donde acaban de arrestar al personal de redacción de Apple News, el único periódico libre que quedaba en el viejo enclave.
El caso del psicópata de Chalchuapa y su estructura de crímenes en serie —que el régimen se empeña tanto en ocultar— demuestra que en todo grupo humano hay bestias feroces, aunque por fortuna la mayoría se queda comportándose como seres humanos normales. La novela de Robert Louis Stevenson, Dr. Jekyll and Mr. Hyde, expone tal realidad humana.

Toda dictadura es un mundo del absurdo, sociedades kafkianas sin alma

Putin, llamado también el Envenenador por sus opositores, va tras un objetivo al igual que Maduro y los socialistas en el gobierno español: destruir democracias, propagar dictaduras. Incluso han llegado al extremo de lograr que el gobierno español financie los vuelos de la aerolínea venezolana, que entraría en bancarrota al no tener suficientes pasajeros. Socavar gobiernos democráticos es lo que pretende el turco Erdogan, montado en el fanatismo de los pobladores, al igual que el jefe de gobierno húngaro.
En toda democracia la gente es libre para escoger sus rumbos, esforzarse para labrar su bienestar, no estar sujeta a las patrañas y ocurrencias de otros. Y lo que ocurre en nuestro país, donde las personas que incomodan al régimen son víctimas de persecución, de quitarles de golpe su quehacer como ha ocurrido a los abogados que ejercieron durante muchos años magistraturas ganadas con base en el ejercicio honesto de su profesión, marca la diferencia entre sociedades libres y naciones que se hunden en estercoleros.
En su obra “El Proceso” Franz Kafka, el genial checo que examinó los extremos del absurdo, describe las tribulaciones y angustia de un hombre que es enjuiciado sin saber de qué se le acusa ni cuáles derechos tiene frente a los jueces que le persiguen. Y es en un igual predicamento que se encuentran tantos en nuestra época..