Los reclamos y las advertencias no hacen cambiar al régimen

Los regaños, las advertencias de senadores y congresistas estadounidenses, las posturas de relatores de las Naciones Unidas y de la Unión Europea son “olímpicamente” ignoradas por el cleptodegobernante salvadoreño, que mientras se sienta respaldado por la soldadesca que compró con fondos públicos, sigue su camino de infamia.
El miércoles se realizó en Washington un foro organizado por el Woodrow Wilson Center, con la asistencia de la exembajadora de Estados Unidos en El Salvador, Mari Carmen Aponte, el empresario Francisco de Sola, la vicepresidenta de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades), Claudia Umaña, y el exembajador salvadoreño en Estados Unidos, Rubén Zamora. Estos últimos abiertamente expresaron su muy fundamentada preocupación por el rumbo que lleva El Salvador, una ruta hacia la dictadura, la pobreza, las arbitrariedades, el saqueo y los vínculos con los carteles internacionales de la droga.
La postura del cleptodesgobierno en nuestro suelo es muy similar a la asumida por Maduro en Venezuela y por el hondureño Juan Orlando Hernández, cuyo régimen ha sido vinculado por Estados Unidos a las drogas: pueden muchos montar las pataletas que les vengan en gana “pero de aquí nadie me mueve” a menos, agregaríamos, que sea un comando antinarcóticos como el que llevó del pelo al capo de la droga hondureño Ramón Mata Ballesteros en 1988.
Esto lleva a una interrogante: ¿por qué solo al “Chapo” y a Mata Ballesteros cuando en la región hay iguales o peores? Igual postura es la de Maduro, del envenenador ruso Vladimir Putin, del déspota de Bielorrusia, Lukashenko…
El cleptodesgobernante hace caso omiso de advertencias, sigue negándose a pagar el FODES, lo dejan muy tranquilo las advertencias sobre el acoso a periodistas y medios de difusión, además de mantener en su entorno a individuos de la calaña del de Hacienda, Salud, ANDA… Le llueven críticas sobre sus prédicas del odio, sus amenazas a empresarios, intelectuales y tanques de pensamiento, las insultaderas y amenazas a mujeres abogadas, articulistas…Por las señales, mientras los golpes sean a distancia…
Debemos ir a votar masivamene para impedir la destrucción del país
Todo lo anterior indica un hecho: se dice que el clepto-régimen, como Trump en su momento, está haciendo todo lo que está en sus manos para que los resultados de las elecciones le favorezcan. Paralelamente, las pandillas han aumentado los asesinatos y desapariciones, generando un clima de terror.
Cuando el cleptodesgobernante estuvo en Washington, informaron el Washington Post y otros medios internacionales prestigiosos, ningún personero de la nueva administración Biden lo recibió; el único “personaje” con quien pudo entrevistarse es el Secretario General de la OEA, que ha sido tan condescendiente con él como lo fue Trump, pero quien ni siquiera publicó el hecho en sus redes sociales. ¡Vaya logro!
Pese a los regaños, advertencias, censuras, a lo señalado por el cardenal Rosa Chávez de que “el país mantiene un estado de permanente enfrentamiento”, al hecho de que la mitad de los salvadoreños está cayendo en la pobreza y muchas familias se van a la cama sin haber comido, el régimen sigue su rumbo, de ocurrencia en ocurrencia, de disparate en disparate, de imposición en imposición, de robo en robo.
¿Alguien entre ustedes, apreciados lectores, ha visto algún cambio en las insultaderas, las tergiversaciones, la desinformación que emana del régimen? ¿Han hecho alguna diferencia los regaños y fuertes advertencias del exterior en el curso hacia el desastre que lleva el cleptodesgobernante y sus secuaces?
O como dice un conocido, mientras no se lleven del pelo a uno de los delincuentes…