“Que tire la primera piedra quien esté libre de pecado…”

La interrogante válida es: ¿puede el presidente de Israel, Reuven Rivlin, o el Primer Ministro, Benjamín Netanyahu, vender un bien del Estado sin pasar por la Knéset (parlamento)?

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Un video que circula en redes sociales muestra el momento en que parte del muro fronterizo de Trump se derrumba ante la fuerza de Hanna. Foto captura de video

Por El Diario de Hoy

2020-07-26 8:28:02

“Quien este libre de pecado que tire la primera piedra”, se dice en el Evangelio de San Juan, a lo que nosotros agregaremos otra máxima de San Mateo: “Con la vara que mides serás medido”…
El exministro de Defensa, general David Munguía Payés, fue capturado el jueves por delitos relacionados a la tregua con las pandillas, cargos que también se han formulado contra Funes, el mismo acusado del saqueo de 351 millones de dólares de todos los salvadoreños.
Todos recuerdan a Funes en las Naciones Unidas abogando abiertamente por el pacto con tales estructuras criminales en 2012 y presumiendo de ser el “facilitador” de la componenda.
La captura de Munguía Payés debe servir como advertencia a todo aquel que porte gorras militares…
Tales contactos, se rumorea pública e insistentemente, se mantienen hasta el día de hoy; hubo quienes de buena fe, ingenuamente, han hecho esfuerzos para reducir la demencial violencia que nos azota, llegar a alguna medida de entendimiento con las pandillas, una de las graves secuelas de la agresión contra nuestro país en los Ochenta.
Se puede decir que no lleva a ningún lado parlamentar con desquiciados, más cuando éstos han montado complejas estructuras que no es fácil desarticular, a lo que se agrega la mortal rivalidad entre las facciones que se disputan el poder y, además, la venta de estupefacientes, suministrados por la narcodictadura que desde sus años mozos apoya el Profe Sánchez…
La captura puede marcar el comienzo de una cacería de brujas, otra andanada de palos de ciego que es la patente del actual régimen, una de tantas cortinas de humo para encubrir los escándolos relacionados con los siguientes hechos:
—la concesión de la Lotería a unos israelitas, sin que el Ejecutivo tenga facultades para ello;
—los sobreprecios pagados para comprar granos a mercaderes de Sinaloa, granos que los había localmente a menor precio. Más de dos millones de dólares se los embolsó alguien cuya identidad no conocemos. Sometan nuestros lectores a este Diario sus razonadas sugerencias sobre quién puede ser el personaje.
—Los escandalosos costos del “hospital” instalado en la Feria Internacional, que por ahora rondan al menos en cuarenta millones de dólares, dineros en su mayor parte “privatizados”;
—la sustracción de veinticinco millones de dólares del ISSS, dinero que no se sabe qué paradero tuvo pero que seguramente también ha sido “privatizado”.

¿Puede el presidente de Israel vender bienes estatales sin que el parlamento lo autorice?

En la última encuesta de la UCA, casi las tres cuartas partes de los entrevistados dijeron que el régimen debe documentar cada compra y transacción que hace, lo que es un rechazo a la postura de que “por la pandemia” no se puede andar pidiendo documentos, recibos, constancias de ninguna naturaleza. Que simplemente se compra, se paga y punto. No hay tiempo que perder en minucias…
La concesión a un grupo israelí de la Lotería, que desde que asumió la actual presidencia pasa sus ganancias a CAPRES, las obras sociales “patrocinadas por la Primera Dama” y otras entidades estatales, es decir, a ellos mismos, recuerda cómo en el siglo pasado timadores vendían a inmigrantes el Puente de Brooklyn o trenes:
Los llevaban, los maravillaban y cobraban por el puente o el tren.
La interrogante válida es: ¿puede el presidente de Israel, Reuven Rivlin, o el Primer Ministro, Benjamín Netanyahu, vender un bien del Estado sin pasar por la Knéset?
Igualmente: “Me interesa fabricar esos equipos que me ofreces, pero antes muéstrame la patente con que cuentas…”.