En las playas y centros turísticos abarrotados está el enemigo oculto

¡Y MUCHO CUIDADO! El régimen tiene la intención de robarse los fondos de pensiones, versus devolver parte de lo robado para cubrir su alocada gastadera, sus torpes medidas, sus odios... Yya comenzó a preparar el terreno con propaganda en la vía pública.

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Rubén Batres, uno de los emblematicos de la Selección playera, vivirá su primer Mundial. Foto EDH / La Selecta

Por El Diario de Hoy

2021-08-05 7:14:34

Quedarse en casa, no exponerse a contraer el virus es la opción de muchos salvadoreños, que aprovechan las fiestas que ya no se llevan a cabo, para leer, estar con sus familias, dar paseos a sitios seguros.
Otros, en cambio, se van a las playas, siempre peligrosas, siempre lugares donde puede una persona caer en excesos, exponerse a los peligros que las corrientes marinas llevan consigo.
Por algo se dice que el mar, el desierto y las selvas nunca dejan tras sí su vocación de asesinos...
Las playas son deleitosas, uno de los grandes atractivos de nuestro país, pues muchas están de fácil acceso para los pobladores. Con los vehículos de motor “irse un día o un fin de semana a la playa” es relativamente fácil, pues el mar está cerca de nuestras ciudades.
¿Cuáles son los mayores peligros que acechan a los turistas?
En primer lugar, el virus. En las playas las personas “bajan la guardia”, no guardan la distancia reglamentaria, no portan mascarillas donde es de rigor hacerlo. Hay que mantener estas medidas y, sobre todo, ¡VACÚNENSE!
En segundo lugar, la falta de higiene en muchos de los rancheríos en los que se alojan o se usan de desvestideros.
En tercer lugar, no todas las playas tienen servicio de guardavidas ni advierten a los visitantes de los específicos peligros que hay en esa particular franja de mar.
En cuarto lugar, el peligro de comer ostras y curiles, no porque en sí sean peligrosos, sino por los recipientes sucios donde los abren. Si hay rocas accesibles, se pueden encontrar ostras y comerlas allí mismo.
En quinto lugar, el alcohol, que al consumirlo sin precaución hace que muchos conduzcan sus vehículos de regreso a casa medio borrachos, amenazando sus vidas y las de otros.
Es muy grato comer y beber lo que ofrecen los y las comerciantes en los lugares frente a las playas, e inclusive comprar los collares de conchas y similares para regalar a los que no hicieron el viaje.
Una buena regla es no tomar el sol después de las diez de la mañana ni antes de las cuatro de la tarde, pues la piel sufre y mientras más blancas sean las personas, más expuestas están a padecer perjuicios, aun cuando se pongan cremas o aceites bloqueadores.
El sol es una bendición pero medido, en dosis adecuadas. Por eso una recomendación es usar anteojos oscuros tanto en las playas como durante las horas alrededor del medio día donde nos encontremos.
Otra buena recomendación es nunca meterse al mar más allá del nivel que llega a la cintura, y menos cuando niños nos acompañan, pues en el momento menos pensado puede una ola o corriente inesperadamente fuerte, arrastrar mar adentro. Y si no hay guardavidas, el peligro de morir ahogado es grande.
Por eso hay que aleccionar tanto a jóvenes que se retan entre sí para ver quién nada más profundo, como a bañistas que por el alcohol ingerido se creen muy gallitos, “invencibles”...

Si el régimen tiene problemas de liquidez, no roben pensiones, devuelvan lo robado

El mar es siempre un gran atractivo y una mayoría de nosotros quiere poder disfrutarlo siempre, tener los recursos para ir con los hijos e inclusive con los nietos a las playas, ya debidamente aleccionados sobre lo que se debe y no se debe hacer...
Pero ¡MUCHO CUIDADO! El régimen tiene la intención de robarse los fondos de pensiones, versus devolver parte de lo robado para cubrir su alocada gastadera, sus torpes medidas, sus odios... Yya comenzó a preparar el terreno con propaganda en la vía pública.
La lista Engel los persigue día y noche...