Para el cleptodesgobernante los reparos y advertencias que hagan voceros del presidente Biden, los señalamientos de José Miguel Vivanco, director de Human Rights Watch, lo que destacados diputados de la Legislatura propongan le viene sin cuidado: mientras piense que cuenta con el apoyo de centenares de miles, pueda continuar disponiendo de fondos públicos para hacerse propaganda y esté en sus manos la capacidad de perpetrar un fraude electoral, “sigamos adelante”.
Lo que sufre nuestro país es una combinación de cruda imposición, cinismo y soldadescas en su apoyo, reflejando en parte lo que está sucediendo en Nicaragua.
Cuando el “excelentísimo” visitó Washington, la semana anterior, con el propósito de entrevistarse con miembros de la Administración Biden nadie lo recibió, como lo hace ver el Washington Post, el periódico más importante de la capital estadounidense, así como otros medios importantes del Continente.
Al tocar el tema de la brutal toma de la Asamblea hace un año, el infame 9F, la embajadora de El Salvador intentó restarle importancia alegando que no se había violado el Orden Constitucional, una aseveración que muestra el cinismo de lo que son capaces los secuaces del régimen. Hizo su declaración y se largó del foro virtual en que se abordaba ese infausto suceso.
El gravísimo atropello de Bukele a la institucionalidad de nuestro país asemeja el asalto de partidarios del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, al incitar a la toma del Congreso por una muchedumbre de violentos, que rompieron puertas, ventanas, se adentraron en el recinto, asesinaron a un policía, causaron destrozos y estuvieron a punto de atentar contra la vida de congresistas y senadores bajo la consigna de que la elección fue robada y que los recuentos de los votos certificados por las juntas electorales de cada Estado no tenían validez.
Lo sucedido es la causa del “impeachment”, una grave condena por segunda vez, de Trump, que en los vídeos divulgados incita a los insurrectos a actuar “con decisión”, les llama “patriotas”, respalda la violencia. Lo que se pretende es prohibir a Trump optar en adelante a cargos públicos, además de establecer si cometió delitos.
El “fenómeno” Trump reviste las mismas características de lo sucedido en Europa en la década de los Treinta y Cuarenta…
Para no caer en un estercolero hay que votar contra el clepto-régimen
En nuestro suelo el régimen de Bukele no solo persevera en sus atropellos a la institucionalidad, sino que mantiene el discurso del odio, la persecución de periodistas y órganos independientes, la obstrucción de la justicia y la tapadera de los actos de corrupción perpetrados por sus secuaces, entre ellos:
—el incumplimiento por el Ministerio de Hacienda en la entrega del FODES a las municipalidades, lo que desobedece una orden judicial y daña a los municipios y sus pobladores;
—el encubrimiento de los miembros de seguridad del Ministerio de Salud que atacaron a mansalva un vehículo donde se transportaban militantes efemelenistas y entre ellos niños, hecho que costó la vida de dos personas, además de lesionar a otras; el régimen ha llegado al extremo de intentar confundir alegando que fue un “auto-atentado”. A la injuria agregaron el insulto, montando un “show” donde se burlan de ataúdes con la bandera de los efemelenistas….
Las diatribas de odio, nuevos intentos de perseguir periodistas y medios de difusión, más atropellos a la ley… Los pensantes en nuestro suelo deben rechazar con su voto las permanentes patanadas del régimen…