Douglas Barclay, exembajador de EE.UU., deja un rico legado como jurista, educador, empresario y hombre de bien

“Exijan acceso público a la información gubernamental, y que los funcionarios corruptos sean expuestos y llevados ante la justicia... El Salvador simplemente no se puede dar el lujo de que cualquiera robe fondos de las arcas públicas (porque) cada dólar robado es un dólar menos para seguridad, acceso a agua potable, salud y para educación” (Douglas Barclay, San Salvador, octubre de 2006)

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Jennifer López ha tenido una serie de romances bajo el ojo público. Foto / AFP

Por El Diario de Hoy

2021-03-17 8:18:02

Douglas Barclay deja en muchos salvadoreños entrañables memorias como amigo, destacado diplomático, persona de distinción, gran inteligencia y suave pero agudo sentido de humor que se daba a querer por quienes tuvieron la fortuna de tratarlos a él y a su encantadora esposa DeeDee.
Los salvadoreños recuerdan a este formidable amigo haciendo un enérgico llamado al gobierno de Saca, el 17 de octubre de 2006, a combatir la corrupción y garantizar la seguridad pública de la gente, destacando más policías y agentes investigadores en las ciudades y el interior y metiendo a los criminales a la cárcel.
“Todo salvadoreño tiene el derecho a sentirse seguro en su hogar y en lugares públicos, no sólo los que pueden pagar seguridad privada”, reclamó, al mismo tiempo que urgió a los tres poderes del Estado a trabajar en planes efectivos contra la criminalidad.
En un mensaje casi premonitorio y con total vigencia ahora como entonces, recalcó: “Exijan acceso público a la información gubernamental, y que los funcionarios corruptos sean expuestos y llevados ante la justicia... El Salvador simplemente no se puede dar el lujo de que cualquiera robe fondos de las arcas públicas (porque) cada dólar robado es un dólar menos para seguridad, acceso a agua potable, salud y para educación”.
Douglas estuvo varias veces en El Salvador: la primera compitiendo en un certamen ecuestre contra un equipo salvadoreño. Los visitantes ganaron; Douglas conservaba el recorte del periódico dando cuenta del resultado.
En esos años tanto él como embajador al igual que su esposa se hacían presentes en donde eran llamados o para destacar la buena relación, el goodwill, de Estados Unidos hacia el pueblo de El Salvador, del gran hermano a una nación donde la inmensa mayoría de la gente admira y quiere a los Estados Unidos, pues muchísimos de ellos tienen hermanos, hijos, parientes allá, en todas las regiones y ciudades, al punto que la segunda ciudad del mundo de salvadoreños de la diáspora es Los Ángeles, como en una época fue San Francisco.
Salvadoreños hay en todos los confines: Texas, Nebraska, Luisiana, Nueva York.

Mucho del corazón de Douglas y DeeDee quedó en esta tierra salvadoreña

Después de desempeñarse como diplomáticos los Barclay volvieron a El Salvador para participar en diversos actos sociales.
Douglas tuvo una brillante, excepcional carrera como jurista (su firma es una de las más reconocidas del este de los Estados Unidos), educador, empresario. Era —y su familia sigue la tradición— un gran terrateniente y agricultor, además de contar con una excepcional riqueza: por esas tierras pasa el río con más salmones de todos los Estados Unidos, lo que permite vender permisos para pescar, pero se limita el número de salmones que cada beneficiario puede atrapar.
Una muy importante faceta de Douglas fue la de Educador, habiendo sido presidente de la Universidad de Siracusa y parte del consejo académico, en el que sirvió prácticamente toda su vida.
Gracias a su esfuerzo como al de otros miembros del Consejo, a su vocación de educador, la Universidad de Siracusa, al norte de Nueva York, es ahora una de las grandes universidades del país, que destaca por su excelencia, su orden y su disciplina.
Volvamos a los salmones, una de las muchas áreas de interés de Douglas.
El salmón nace en estuarios de agua dulce y desde allí va por los ríos hasta el mar donde pasa su vida “sin rumbo” esquivando todos los peligros. Pero llegado el llamado del amor vuelve por esos ríos hasta llegar a su origen, si antes no los atrapan osos o humanos...
Douglas creó un estanque para reproducir salmones y enviarlos al mar...
Al lado del río camino a su señorial residencia hay un sendero formado por altos y majestuosos árboles que asemeja la nave de una verde catedral, grande en su belleza....
A Douglas, que murió en su casa rodeado de su familia después de semanas en un hospital, le sobreviven su esposa DeeDee, sus hijos y sus nietos y su legado a Siracusa.