¿Como podrá el mundo reconstruirse de la devastación por la pandemia?

El capitalismo generó la Revolución Industrial, la división del trabajo, los ferrocarriles, la progresiva derrota del hambre, una lucha que aún se libra en gran parte del mundo.

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Foto EDH Archivo

Por El Diario de Hoy

2020-03-31 7:41:30

Prácticamente al final de la derrota de Alemania y Japón en la Segunda Guerra Mundial, el Presidente estadounidense Truman, el ruso Stalin y los ingleses ordenaron la destrucción de Alemania y Japón, perpetrando un genocidio sin precedentes a regímenes a su vez genocidas.

Truman ordenó lanzar bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, cuando habría bastado detonar un artefacto sobre el monte Fuji para forzar la inmediata rendición japonesa, como no era necesario lanzar bombas sobre ciudades pobladas por civiles, niños, académicos, religiosos, ancianos…

¿Cómo es que tanto Alemania como el Japón lograron resurgir de los escombros y posicionarse como dos de las grandes potencias económicas del presente?

Igualmente preguntamos, ¿cómo es que China Continental pudo superar la terrible pobreza legada por Mao, una maldición que arrastraba la nación desde inicios del siglo XIX, cuando las potencias imperialistas europeas desmembraron su inmenso territorio?

La fórmula aplicada fue la economía de mercado, el capitalismo, la “mano invisible” de Adam Smith, fundador del sistema que sacó al mundo de la miseria que arrastraba desde que el hombre salió de la caverna, con algunos luminosos momentos como en Egipto, Creta, Atenas, el Imperio Romano.

El capitalismo generó la Revolución Industrial, la división del trabajo, los ferrocarriles, la progresiva derrota del hambre, una lucha que aún se libra en gran parte del mundo.

“No es gracias al altruismo del panadero o el carnicero que tenemos pan y carne en nuestra mesa, sino a su propio interés personal”, dijo Smith. Y es debido al interés del comerciante, del transportista, del fabricante de enseres electrodomésticos, del avicultor, que comemos, nos vestimos, tenemos un techo.

Con cortesía vamos a referirnos a la interrogante que hace el doctor Roberto Cuéllar sobre cómo podrá el mundo reconstruirse después de la espantosa devastación causada por la pandemia, devastación humana, económica, cívica, familiar.

El abogado se refiere peyorativamente a la “avaricia”, a sobreponer ganancias sobre “derechos humanos”, sobre la “justicia social”, el bienestar de los trabajadores… y se refiere a la necesidad de poner en pie programas benefactoristas, lo que es un contrasentido, pues para ello se necesita generar primero la riqueza que los sostenga.

Lo que más sorprende es su aseveración de que la “injusticia explotadora” causó 75,000 muertes violentas, refiriéndose a la guerra desatada contra el país por un movimiento marxista apoyado por la Cuba castrista.

Se intentó perpetrar un “chamorrazo” como el que llevó a Ortega al poder

En la medida que haya menos regulaciones, menor injerencia en el quehacer productivo, menor o nula presión sindical, más rápida será la recuperación del mundo y de nuestro país.

La recuperación de Alemania, el llamado “Milagro Alemán” -como el de Japón y Corea- fue resultado de un pacto entre los sindicatos, empresarios y el gobierno de Konrad Adenauer: se aseguraba la estabilidad monetaria, el libre comercio, y del lado sindical ninguna presión.

Al final del periodo, un tanto más de diez años, los salarios seguían iguales, pero su poder de compra se había triplicado.

El señor abogado acusa a “la derecha de haber asesinado a nuestro San Romero”, pero el vil hecho tiene otra muy difundida y valedera hipótesis: que fue decisión de una célula violenta comunista, pues era a quienes más convenía, no solo para provocar un “chamorrazo” como en Nicaragua y lo que llevó al poder a Ortega, sino para silenciar a un crítico que estaba más y más censurando las extorsiones, los secuestros y los homicidios de inocentes.