Las prioridades del actual Gobierno sobre política exterior en cierto sentido ponen la carreta frente a los bueyes, pues han relegado las relaciones con nuestros vecinos inmediatos, los países centroamericanos a un plano secundario, descuidando asimismo las relaciones con la Unión Europea, que no solo brinda asistencia en innumerables campos, sino que es bastión de la civilización cristiana occidental, rasgo esencial de nuestra cultura.
La cooperación europea brinda asistencia en muchísimos programas, desde construir escuelas, equipar clínicas, becar a miles de estudiantes para que prosigan sus estudios en naciones como Alemania, el Reino Unido, Francia…
Europa es la cuna de la Civilización Occidental, un orden moral y jurídico que sustenta las libertades individuales, los derechos esenciales de la persona, la democracia como sistema político.
Por el contrario, el actual Gobierno se ha acercado a países que son dictaduras y que además sustentan un esquema contrario a nuestras tradiciones, a nuestras libertades, a lo que llevó a nuestros Próceres a proclamar la Independencia de Centro-América, abolir la esclavitud medio siglo antes de Lincoln y defendernos “de arteros golpes contra la República”.
Los reinos y califatos del Medio Oriente conculcan las libertades cívicas, algunos financian grupos terroristas y la mayoría somete a las mujeres a un plano de servidumbre, forzándolas a cubrir sus rostros y sus cuerpos y, hasta hace muy poco, negándoles pasaportes para viajar al exterior e impidiéndoles obtener una licencia de conducir vehículos.
La permanente presencia cultural y económica que tienen las naciones europeas en nuestra vida nacional y centroamericana a través de diversos programas e iniciativas es múltiple.
La Unión Europea ha informado que en diciembre realizó un desembolso de 22.1 millones de euros en apoyo a las políticas públicas sociales y de seguridad del Gobierno de El Salvador, para contribuir al desarrollo inclusivo, prevenir la violencia y promover una cultura de paz.
El informe oficial explica que estos fondos forman parte de los 149 millones de euros que la UE asignó a su cooperación bilateral con el país para el período 2014-2020, para apoyar los programas y proyectos ejecutados por las diferentes carteras de Estado. De ese monto, 50 millones son destinados al Plan Social y 54 millones a apoyar la política de seguridad en su dimensión de prevención de la violencia.
Es necesario desagraviar a Europa por el desvío de ayuda durante Funes
El Gobierno más bien debe tratar de desagraviar a Europa por el bochorno del desvío de 2.7 millones de dólares de la cooperación europea durante el régimen de Funes, según lo denunció en su momento el embajador Andreu Bassols.
Los fondos fueron pasados al presupuesto de la Nación en diciembre de 2011 y luego desviados a través de diversos decretos ejecutivos a la partida secreta, una de las prácticas para sustraer fondos estatales en el primer gobierno efemelenista (2009-2014), según las investigaciones de la Fiscalía General de la República.
Hechos como estos dañan la confianza y, como se dice, la confianza es como las grandes catedrales: tardan años en construirse y segundos para desplomarse.
Además, el anterior régimen no ejecutó 10 millones de euros (casi $11 millones) destinados a programas sociales para adultos mayores que viven en extrema pobreza.
Estas son buenas razones por las que prioritariamente El Salvador debe reivindicarse con sus aliados naturales y de siempre.