No deben colocarse en manos inexpertas asuntos de vital importancia para el país

El gobierno no debe continuar apoyándose en círculos de allegados para definir y poner en marcha medidas que afectan la casi totalidad de actividades productivas, cada una de ellas especial, difícil, siempre sujeta a la dura competencia y las cambiantes condiciones de los mercados

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Manuel Hinds / Foto Por Archivo

Por El Diario de Hoy

2020-03-30 8:38:37

“Zapatero a tus zapatos”…

Los desórdenes causados por la pésima organización en las entregas del ofrecido subsidio de 300 dólares, que de un golpe echó abajo el esfuerzo de la cuarentena -sin que sepamos cuántas decenas o centenares de contagios causaron-, comprueban que no poner en manos de personas con experiencia en tales asuntos, muy complejos -el manejo de hacer llegar los subsidios a las personas que los necesitan para subsistir- fue un muy grave error.

El gobierno no debe continuar apoyándose en círculos de allegados para definir y poner en marcha medidas que afectan la casi totalidad de actividades productivas, cada una de ellas especial, difícil, siempre sujeta a la dura competencia y las cambiantes condiciones de los mercados, incluyendo inesperados desafíos y catástrofes, como hoy con la pandemia.

No se debe cometer el grave error de poner obstáculos a los call centers, siempre que llenen los debidos requerimientos sanitarios, pues pasada esta crisis los necesitaremos, como también necesitaremos continuar exportando ropa, con Mickey Mouse o sin él estampado, una industria que genera mucho empleo. Los mercados a los que dichas industrias acceden volverán a abrirse, Dios mediante.

En cuanto a churros, “boquitas”, comidas rápidas… con frecuencia es el conqué de los que van de prisa o de los que no pueden “ordenar para entrega”, que están sin gas para cocinar en la hornilla y, lo más grave, sin agua, pues ninguno de los últimos gobiernos o desgobiernos del país se ha ocupado con seriedad del asunto, sino que han nombrado a personas sin las debidas credenciales en la presidencia de ANDA.

Por cierto, detrás de cada bolsa de churritos o boquitas hay una enorme cadena de producción que va desde los que proveen las frutas, materias primas u otros insumos, el empaquetamiento, el transporte, la distribución hasta las tiendas de barrio y otros establecimientos, así como la generación de fuentes de trabajo e ingresos para el Estado.

San Escrivá de Balaguer dijo que “un picapedrero puede derribar en semanas lo que tomó siglos levantar”, una advertencia que tiene mucha relevancia para nuestro país como para todas las naciones: hay que preservar en lo posible el sistema productivo, no acosarlo, perseguirlo, menospreciarlo, ignorar su voz, sus reparos, sus necesidades, pues además de beneficiar a sus dueños y accionistas, genera empleo, incorpora nuevas tecnologías, es parte de las cadenas productivas de un país, una región, del mundo.

Adicionalmente hay una inescapable, innegable realidad: quien no sirve bien al público, a sus clientelas, termina cerrando las puertas, aunque también muchos negocios competitivos y prósperos pueden sucumbir a una crisis económica o a cambiantes condiciones en los mercados, cómo está sucediendo a los “malls”, centros de mercadeo, en Estados Unidos.

Absténgase, presidente, del populismo en medio del terrible huracán que azota

Se dice que esas crisis son la forma como los mercados corrigen desajustes y descartan prácticas o condiciones obsoletas.

La buena doctrina económica enseña que los procesos inflacionarios, “imprimir dinero” inescapablemente conducen a caídas en los mercados, lo que en estos momentos se agrava tremendamente, escapa a todas las malas situaciones sufridas desde hace dos siglos.

Es de lamentar que en momentos en que es más necesaria que nunca la cohesión social, el entendimiento entre todos los sectores, la presidencia caiga en el discurso populista, una señal de debilidad, de carecer de recursos ideológicos si se quiere, para llevar la nave del Estado en medio del peor de los huracanes, eventualmente, Dios lo quiera, a un puerto seguro.

Hay que hacer todo a nuestro alcance para unirnos, no dividirnos.