Reír, sonreír, contar historias divertidas... todo eso está prohibido en Norcorea mientras se conmemora la defunción de alguno de los antecesores de Kim Jong-un, imposición que no nos explicamos cómo puede aplicarse a niños, cuya maravillosa naturaleza además de reír y jugar es de soñar, ser felices.
El dictador decretó “luto obligatorio” por 11 días en memoria de su padre, Kim Jong-il, a diez años de su muerte. Quien quebrante esta orden sonriendo o bebiendo o haciendo actividades de ocio que puedan denotar un acto de júbilo o esparcimiento o incluso comprando comestibles, durante la etapa de luto, será apresado y tratado como “criminal ideológico”.
La risa, el color, la alegría son peligrosas actitudes bajo las dictaduras, como vimos en la Alemania “del Este”, la comunista, antes de la caída del muro de la infamia.
Lo que hasta en las tiendas más pequeñas del interior en nuestro país y en todo Occidente es usual, mercadería con empaques coloridos, afiches de productos diversos, botellas de color, no existía en esas dictaduras, donde todo estaba empacado igual, en un tono verde claro.
Los hombres bajo las dictaduras se mueven como autómatas, pues reírse de inmediato suena alarmas entre los carceleros.
Nuestro columnista y observador Manuel Hinds escribió hace pocos días un artículo donde preguntaba si China iba a dominar el mundo, como pretende el Partido Comunista en el poder. Pero, a su juicio, eso no será posible mientras China sea una dictadura y esto por un simple hecho: al no haber crítica interna, no cuestionarse lo que el régimen dispone por sí y ante sí, gigantescos recursos se despilfarran sin provecho para nadie pero con perjuicio para todos, como en el caso de ciudades fantasmas donde pocos viven y que en el caso del consorcio Evergrande, están arrastrando a una bancarrota peor que la de 2008 de Lehman Brothers, que movía recursos más grandes que el Producto Interno Bruto de México.
En su obra “El Socialismo”, uno de los más importantes tratados de Economía de todos los tiempos, Ludwig von Mises señala lo que es el “Talón de Aquiles” de las economías regimentadas: la nula información sobre las condiciones reales del mercado, de lo que se produce, lo que es la demanda de bienes, las necesidades del público...
Que tiemble el mundo cuando China sea una gran democracia
Respecto a China y su pretensión de dominar al mundo, muchos encuentran un paralelismo con los intentos del Imperio Persa en el siglo V antes de Jesucristo (más de dos mil quinientos años han transcurrido) para someter a los griegos.
Los pueblos libres suelen salir triunfantes, como se demostró en Las Termópilas, Maratón y sobre todo en la batalla naval de Salamina, donde una flota, en parte liderada por una mujer, Artemisa I de Caria, dio vuelta a la historia...
Napoleón Bonaparte, el hombre cuya extraordinaria inteligencia lo llevó casi a conquistar Europa pero que fue derrotado por el general Invierno en Rusia, dijo “que tiemble el mundo cuando China despierte”, pues a lo largo de la historia fue un imperio tan grande y poderoso como Roma en la cúspide de su expansión, a lo que muchos agregaremos: que tiemble el mundo cuando China sea una gran democracia, una nación de hombres libres...