Hay que descentralizar y así liberar a las comunidades

La doctora de Wollants señala que en toda población que no sobrepase cierto tamaño todos se conocen y, por lo mismo, están mejor capacitados para elegir a los más capaces

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Por quinta vez, el juez de Instrucción de San Francisco Gotera fue impedido de entrar a una unidad militar, en esta ocasión la Tercera Brigada de Infantería. Foto EDH/ Iliana Ávila

Por El Diario de Hoy

2020-10-28 10:22:16

Mirella de Wollants, muy apreciada médico y educadora, señala la importancia de descentralizar muchas de las funciones que por hoy se concentran en el gobierno central, en cierto modo aplicando el simpático y certero aforismo de que “más sabe el loco de su casa que el cuerdo de la ajena”, lo que en los momentos tan revueltos por los que pasa nuestro El Salvador toma un significado muy, muy importante.
Revueltos principalmente porque están imponiéndose medidas que atropellan y “van contra el grano” de realidades de cada localidad, equivalente a hacer el mismo traje a gordos y flacos con los obvios grotescos resultados…
Mao, el de las hambrunas en China, decretó que todos en el país, empobrecido a graves extremos por sus ocurrencias (lo que arruina toda nación que cae en manos de malévolos ocurrentes), dispuso que todos los pobladores tenían que usar el mismo gabán, azul para los hombres y ligeramente colorido para las mujeres, que por la escasez de todo se dice que no tenían forma de maquillarse.
Todos en la China de entonces “al natural”, como los divertidos sitios en Internet que muestran a divas famosas sin maquillaje, irreconocibles la mayoría que parecen jovencitos adolescentes…
La doctora de Wollants señala que en toda población que no sobrepase cierto tamaño todos se conocen y, por lo mismo, están mejor capacitados para elegir a los más capaces, a los que pueden, con los pies en la Tierra, definir políticas públicas pues no querrán que luego los estigmaticen por falta de honradez, por no haber estado a la altura de las circunstancias y, por lo mismo, causando más daño que bien.
Esa autonomía puede enriquecerse reviviendo el programa Educo, que tantos beneficios trajo hasta que el Profe Sánchez Cerén lo eliminó de tajo pues interfería con la manipulación que hacia con el magisterio, al que podía regimentar con la táctica del palo y la zanahoria: zanahoria para el sumiso, el domesticado y palo para los que piensan por su cuenta, el grave crimen en toda sociedad “socialista”.
Educo integraba maestros, educandos, padres de familia y autoridades locales en un solo cuerpo, lo que permitía que entre todos se emprendieran mejoras en escuelas y sitios públicos, se fomentara la vida en familia, se cuidara el conjunto.
Como señala la doctora Wollants, cada comunidad tiene sus particulares características, pues inclusive la naturaleza diferencia los climas, la vocación de los terrenos, la idoneidad para desarrollar manufacturas, artesanías, criar ganados, montar granjas de porcinos…
Como de hecho sucede en prácticamente todo país…

Descentralización es democracia, centralización bordea la dictadura

El grave riesgo en las políticas que por hoy ofrecen los candidatos a la presidencia y vicepresidencia de Estados Unidos es precisamente pretender que ciertas reglas se apliquen universalmente. La candidata señora Harris ya quiso prohibir el consumo de la carne roja, como el candidato Biden propone pasar del uso de petróleo y gasolina a tecnologías “no contaminantes” que no solo son mucho más costosas sino que afectaría a un diez por ciento de toda la fuerza de trabajo de Estados Unidos, lo que es asunto muy grave.
Si cada persona nace con sus propias capacidades, sus limitaciones, sus deseos, su circunstancia… quererlos regimentar no es lo propio de una democracia, sino lo que prevalece en los hormigueros y llegó a ser el horror del estalinismo.