Pretende el dictador turco Erdogan revivir el antiguo Imperio Otomano

La historia “enseña” que las dictaduras siguen invariablemente el mismo libreto: censura, tortura, vigilancia permanente a los domicilios de opositores, como se ha comenzado a dar en nuestro suelo y sucedió durante la dictadura de Hernández Martínez, el sanguinario, amenazas y, finalmente, como fue durante la despanchurrada gloriosa Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, las capturas a medianoche...

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Magistrados electos período 2021-2024 por la Asamblea Legislativa el 29 de junio 2021. Sandra Luz Chicas, José Clímaco Valiente.Miguel Ángel Flores Durel. Alex David Marroquín, Enrique Alberto Portillo.

Por El Diario de Hoy

2021-06-29 8:29:28

El déspota turco Erdogan quiere devolver a la vida el Imperio Otomano, objetivo que pretende lograr utilizando varios recursos, entre ellos los siguientes:
—exaltar el islamismo, para lo cual cometió la salvajada de convertir en mezquita Hagia Sofía, el templo cristiano por excelencia del Imperio Buzantino, la capital fundada por Constantino el Grande (quien a su vez destruyó el mundo clásico, la extraordinaria civilización labrada por griegos y romanos, descubridores del espíritu, de la razón, de la ciencia y la jurisprudencia). Erdogan ha construido en el centro de Estambul la “mayor mezquita de todas”, valiéndose en tal manera de las simples creencias de sus súbditos para cimentar su poder.
Hace pocas semanas, el presidente Biden trajo a la memoria mundial la horrible masacre perpetrada a inicios del siglo XIX por los turcos contra los kurdos, a los que al día de hoy persiguen.
Adicionalmente a lo anterior, Erdogan fomenta descontento en las áreas al sur de Turquía, interfiriendo en Libia, convulsa después de la caída y el asesinato de Muhamar Gadafy, un déspota que tenía sometidos por el terror a sus súbditos, a lo que se agrega que mandó asesinar en Europa a disidentes libios que habían tomado refugio en diversos países, sobre todo en Italia. Esto, por cierto, se dice que es la práctica de Putin, al que se acusa de mandar envenenar con polonio a rusos refugiados en Londres.
El polonio es el elemento descubierto por Madame Curie, tan mortífero que un litro de él puede matar a la población entera de Francia.
Erdogan, que de seguro finge una devoción religiosa que contradice sus inhumanas prácticas, está fomentando la producción industrial de Turquía, esto a la par de eliminar procesos electorales después de perder en Estambul las elecciones locales, lo usual de los despotismos urbi et orbi, en todo el “mundo mundial”.
Es más que natural que en Turquía no hay libertad de expresión, no existen diarios o medios independientes fuera de los clandestinos como en Cuba, no están autorizadas manifestaciones públicas, las que al haber un asomo de ellas la policía las dispersa y captura a sus visibles instigadores.

Las dictaduras no inventan nada; siguen infernales, inhumanos libretos

Prueba de su vocación dictatorial, los regímenes de China y Rusia no permiten candidatos independientes.
En China, solo “patriotas” pueden ser candidatos y el régimen se reserva el derecho de definir quiénes lo son; en Rusia ningún “extremista”, vale decir seguidor de Navalny, puede ser candidato.
En nuestro pequeño El Salvador las candidaturas que apoya el gobierno están reservadas para los más obedientes e incondicionales, aunque no se llegó al extremo de vetar completa y absolutamente a quien no cumpla con el requisito en un ciento por ciento.
La historia “enseña” que las dictaduras siguen invariablemente el mismo libreto: censura, tortura, vigilancia permanente a los domicilios de opositores, como se ha comenzado a dar en nuestro suelo y sucedió durante la dictadura de Hernández Martínez, el sanguinario, amenazas y, finalmente, como fue durante la despanchurrada gloriosa Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, las capturas a medianoche...
Es lo que sucede en la Venezuela bajo Maduro, el país que ha llegado a sumirse en la peor catástrofe humanitaria de la historia, uno de cuyos principales aliados es otra feroz dictadura islamista, cuya instalación propició la administración Carter en 1979 para revolver el Medio Oriente por los siglos de los siglos, lo que comienza a corregirse en estos momentos...