Cinco de Noviembre, la génesis de nuestra Independencia

Ese “Primer Grito” se repite, o hace falta, en todos aquellos países cuyas libertades esenciales han sido pisoteadas, donde hay despotismos, opresión, crueldad hacia disidentes, amenaza permanente.

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Protesta estudiantes UES San Vicente. Foto EDH / Cristian Díaz

Por El Diario de Hoy

2021-11-04 6:38:45

Cinco de Noviembre, la fecha que conmemora el Primer Grito de Independencia de 1811, gesta que inició en San Salvador y que culminó con la Declaración de Independencia de Centro-América el 15 de Septiembre de 1821, fue el rechazo de las colonias iberoamericanas al cruel despotismo de Fernando VII de España, cruel allá como acá.

Se trataba de una dictadura precedida por el violento rechazo de los españoles al reinado de José Bonaparte, apodado “Pepe Botella” y cuyo más sangriento incidente, la revuelta del tres de mayo de 1808 y los fusilamientos de los alzados, fue registrada por Goya, uno de los grandes maestros de la pintura universal.

El Primer Grito de Independencia fue producto del Iluminismo francés, del espíritu que llevó al rechazo de las sociedades anquilosadas de Europa con la Revolución Francesa y la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, a su vez inspirado en la Declaración de Independencia de Estados Unidos, un luminoso documento obra de Thomas Jefferson, una guía para la humanidad entera.

Ese “Primer Grito” se repite, o hace falta, en todos aquellos países cuyas libertades esenciales han sido pisoteadas, donde hay despotismos, opresión, crueldad hacia disidentes, amenaza permanente.

En todos aquellos lugares que sufren dictaduras, donde hay persecución por decir la verdad, donde la búsqueda de mejores condiciones de vida es objeto de amenazas, represión, insultos, allí los pueblos pueden arriesgarse a rebelarse, a rechazar, a luchar por emanciparse como hicieron nuestros Próceres.

Varios de los que tomaron parte en ese Primer Grito fueron encarcelados, perseguidos, muertos, lo que forzó a proseguir luchando literalmente en la clandestinidad, pero no la clandestinidad de los que conjuran contra la libertad, contra el derecho a pensar, a ser racional, sino a ser una criatura de la luz y no de las tinieblas, a no recurrir al crimen para adelantar sus sucias causas, como sucede con quienes en estos momentos complotan para hundir a la República en un estercolero.

Patriotas inspirados como nuestros Próceres se mueven, a riesgo de sus vidas, para devolver la libertad y la alegría a Venezuela, a Nicaragua y a Cuba, donde un desquiciado mental, Díaz Canel, llama a sus huestes de enloquecidos para reprimir con violencia el anhelo de millones de cubanos de querer insertarse en la modernidad, de escapar las mazmorras del fanatismo.

La libertad es un derecho irrenunciable de la humanidad

Podemos decir que la causa de los hombres que luchan por la libertad es nuestra causa...

En estos momentos nuestro corazón está al lado del pueblo afgano, que ha caído en poder de dementes que aplastan lo racional, a la mujer, la alegría, la prosperidad.

Las familias afganas están forzadas a vender a sus hijas para no morir de hambre, mientras otras están permanentemente expuestas a morir por lo que un desquiciado —desquiciado por una demencial superstición— puede en un momento perpetrar. Una joven deportista fue decapitada por amar su deporte y practicarlo; tres afganos fueron acribillados por poner música en una boda, pues la música “no religiosa” está prohibida...

Un “Primer Grito” se oye en muchas partes de Estados Unidos para rebelarse contra las truculencias de Trump, el hombre que no cesa en su vil intento de destruir la democracia de Estados Unidos...

Hubo un “Primer Grito” —valga la comparación— con el derrumbe del Muro de la Infamia que separaba el mundo comunista del mundo libre...

El “Primer Grito” se repite en cada ciudadano que marcha reclamando contra el rumbo que lleva el país al estercolero, contra la concentración del poder, la militarización, la imposición, la matonería, las violaciones a los derechos humanos y el empoderamiento de una clase arribista a costa de la libertad y el desarrollo de El Salvador.