Sigue adelante Boris Johnson con su obsesión del Brexit

Xi Jinping en su momento advirtió a Trump que “nadie gana una guerra comercial”, lo que se aplica, mutatis mutandis, a los ingleses con su Brexit: los grandes perdedores no serán los de la Unión Europea

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Los padres esperan fuera del Government Science donde hombres armados secuestraron a estudiantes en Kankara, en el estado noroccidental de Katsina, Nigeria, el 15 de diciembre de 2020. Foto: AFP

Por El Diario de Hoy

2020-12-17 5:37:56

La flota británica, se anuncia, está preparada para defender las costas del país de los pesqueros europeos, parte del Brexit, la separación de Gran Bretaña de la Unión Europea.
El Brexit, el descabellado proyecto del primer ministro, Boris Johnson, el de la peluca rubia despeinada, es el equivalente de meterse un balazo en la pierna con la propia arma, envenenarse con la poción preparada para despachar al adversario al otro mundo.
Con el solo anuncio de la ejecución del Brexit la ensambladora Honda habló del cese de sus operaciones en el Reino Unido, como también las filiales de grandes financieras y otros manufactureros, lo que dejará cesantes a miles de obreros, administradores, vendedores, técnicos… Esto afectará asimismo las cadenas de suministro de partes, asesorías y consumo, pues cada persona que pierde su empleo se lleva de encuentro a otras… en un “mundo mundial” interconectado e interdependiente, no sucede nada que no afecte grupos, comunidades y sectores productivos.
Se dice que uno de los más connotados billonarios ingleses mandó a fabricar en Francia su personalísimo vehículo.
Pero cuando un político se enamora perdidamente de sus propias ocurrencias, las que normalmente utiliza para embobar “a las masas”, ¡sálvese quien pueda!
Varios grupos en Reino Unido comienzan a despertarse, lo que está poniendo en marcha un movimiento contra el Brexit, aunque puede ser demasiado tarde para detener la marcha hacia el desastre.
Algo muy similar, casi igual en sus rasgos esenciales, ha venido sucediendo en Estados Unidos con la propuesta de Trump de “make America great again”, que no es más que una guerra comercial contra el resto del mundo pero en particular contra China, lo que nadie sabe a ciencia cierta si eso provocó la virioofensiva que ha golpeado fuertemente las economías de todas las naciones, incluyendo la de Estados Unidos.
El dictador chino, Xi Jinping, en su momento advirtió a Trump que “nadie gana una guerra comercial”, lo que se aplica, mutatis mutandis, a los ingleses con su Brexit: los grandes perdedores no serán los europeos…

Se sabe cómo comienzan las cosas, pero nunca anticipan cómo terminan

Desde la escuela primaria la inmensa mayoría de personas sabe que todo lo que sucede tiene una causa, de la misma forma como cualquier acto tiene efectos, lo que no significa que al ocurrir un hecho puede establecerse quién o quiénes lo provocaron, lo que es la temática clásica de las novelas policiales: ¿quién asesinó al dueño del castillo?
Agatha Christie, la autora inglesa de “crimis”, tiene una serie de novelas que apasionan al público desde hace muchísimos años, al igual que las de Sherlock Holmes, de Conan Doyle.
Aquí en nuestro suelo únicamente los nulpensantes desconocen quiénes están robando el dinero de los presupuestos públicos: ¡el cleptodesgobernante y sus secuaces!
Los proponentes del Brexit, cuyo abanderado es Johnson, evidentemente no están haciendo los números que deberían, no quieren cuantificar el desastre, se mueven a base de ilusiones, pero al hacerlo pasan por encima de mucha gente que merece que los tomen en cuenta, no que son estadísticas.
Los derechos de pesca tienden siempre a generar líos, lo que llevó al expresidente de Guatemala, el general Ydígoras Fuentes, a su famoso dictum: ¡el respeto al camarón ajeno es la paz! Pero los salmones o bacalaos del mar se mueven libremente: unas veces están en Francia, otras frente a las costas de Dover…