La basura es riqueza y se debe aprovechar para el bien general

Una vez reelecto, si no montan fraude los del desgobierno, el alcalde Muyshondt debe licitar, de manera transparente, abierta y pública, la alternativa lógica y amigable al medio ambiente, que es procesar la basura, recoger plásticos, metales y telas para reciclar

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La aspirante a reina de belleza asegura ser una amante de la naturaleza. Fotos / Instagram @vanevelasquez1

Por El Diario de Hoy

2020-10-26 6:00:32

Enterrar basura equivale a enterrar riqueza…

En una más de sus sucias maniobras, grupos que se denuncia que son controlados por el desgobierno bloquean el paso de los camiones del tren de aseo de San Salvador a los botaderos de Nejapa y la finca Aragón, generando insalubridad, plagas de moscas y zancudos y llevándose de encuentro a los capitalinos.

El objetivo es claro: generar rechazo político al alcalde Muyshondt y favorecer la candidatura al cargo del poco presentable ministro de Gobernación, que de no ser por los recursos públicos que se ha denunciado que usa en su campaña anticipada —de lo que ya ha iniciado un proceso sancionatario el Tribunal Supremo Electoral—, no pasaría de la primera base.

Es del caso recordar cuál es el origen de esos “rellenos sanitarios”: casi de inmediato al asumir los efemelenistas la Alcaldía de San Salvador firmaron un contrato para manejar la basura con quienes se denunció eran mafiosos canadienses, lo que obviamente estaba cocinado desde mucho antes.

El grupo, como se señaló entonces, era una extensión de una de las principales mafias que operan en Nueva York, la de Bonnano o “Joe Bananas”, la cual tiene su punto de partida en Capone, Charles “Lucky” Luciano de Nápoles y etcétera…

Lo más sintomático fue que se firmó un contrato para que los capitalinos pagaran por la disposición de desechos, haciendo de lado la oferta de una firma canadiense que más bien pagaba por la basura, o sea que no le hubiera costado un cinco a los contribuyentes.

Las mafias en todas partes tratan de apoderarse del manejo de basura en las ciudades, lo que entre otras cosas llevó a que en Colonia, Alemania, se titularan noticias con “Nápoles en nuestra ciudad”, lo que sucede en muchísimos lugares del “mundo mundial”.

Una vez reelecto, si no montan fraude los del desgobierno, el alcalde Muyshondt debe licitar, de manera transparente, abierta y pública, la alternativa lógica y amigable al medio ambiente, que es procesar la basura, recoger plásticos, metales y telas para reciclar, generar compost y, en el proceso, energía muy utilizable y con esos ingresos beneficiar a nuestra ciudad capital.

No sería la primera vez, pues ya en Santa Ana hace muchos años un emprendedor, don Paco Sabater, hizo exactamente lo mismo: recogía la basura en sus camiones, la procesaba recuperando vidrio, plástico y metales, fabricaba compost para fertilizantes y todos gananciosos pues la ciudad se mantenía muy limpia ademas de que al municipio se le liberaba de esa carga, a lo que se agrega que había un ingreso por vender la basura.

Los hogares con jardines, los municipios de todo tamaño, pueden hacer lo mismo, el equivalente de separar desperdicios de acuerdo con su naturaleza: en este depósito se tira lo orgánico; en este otro, vidrio y metal…

Poco importa al régimen la salud si con eso consiguen sus despropósitos

Los basureros donde indiscriminadamente se tiran todos los desperdicios de una ciudad —costumbre que arranca desde los albores de la historia— son fuente de conocimiento para los arqueólogos, que en tal manera pueden recomponer el pasado de una civilización, su nivel cultural, sus costumbres diarias.

Es en esos basureros de hace miles de años donde se encuentran vestigios de cerámicas, pedazos de utensilios, retazos de tejidos… las piezas de los rompecabezas para mejor definir progreso o retraso de viejos pueblos, que dejaron algo de su historia en basureros y cementerios, pero esto no justifica hacerlo hoy en día con “rellenos sanitarios”.

El eslogan debería ser “no más rellenos de basura…”. La oportunidad la tiene en sus manos el alcalde Muyshondt, pero lo primero es hacer conciencia de cómo el desgobierno juega con la salud del conglomerado y el desorden para continuar medrando de lo que tantos esfuerzos y sacrificios costó levantar.