Los tres pistoleros al servicio del Ministerio de Salud que atacaron el vehículo que transportaba a militantes efemelenistas el domingo fueron encausados por “homicidio agravado”, lo cual descarta todas las coartadas del régimen para exculparlos, entre ellas que “fue un auto-atentado” o que los imputados andaban “borrachos” o eran niños exploradores que sólo se defendieron.
Más bien, con la presentación del video del crimen queda más que evidente que no fue un hecho fortuito de intolerancia, como se dice, sino con premeditación, alevosía y ventaja con miras a intimidar a la militancia, no sólo efemelenista, sino de todos los partidos, salvo el oficial.
Las imágenes que todo el mundo ha visto muestran a los hechores atravesándole el auto al camión en que iban las víctimas, salir a dispararles y luego volver al carro y sin cubrirse las espaldas, mostrando agilidad, coordinación y seguridad de que nadie contestaría el fuego.
El video, que expone no solo lo que está pasando sino lo que puede sobrevenir, muestra cómo los agresores atacan, pese a los gritos y súplicas de los ocupantes diciéndoles que no dispararan pues entre ellos había niños, mujeres y personas mayores, todos indefensos frente a los miembros de la seguridad del ministro de Salud. Pero los hechores abrieron fuego y después huyeron hacia el Ministerio de Salud, donde dejaron el vehículo.
Causan estupor los esfuerzos del régimen por confundir, pues eso sólo alienta la impunidad y a otros desquiciados a sentirse protegidos si cometen hechos como ese.
Pero lo que se repite una y otra vez entre los salvadoreños es que estos crímenes son producto de la permanente siembra de odio de parte del régimen, de diatribas, descalificaciones, amenazas, al extremo de tener a su lado al individuo que vomita excremento sin pausa y al que pretendió “blindar” nombrándolo candidato a diputado por el oficialismo.
El “excelentísimo” —y no lo decimos en sentido sarcástico— ha tenido el descaro de alegar un auto-atentado y de llamar “moribundos” a los partidos de la oposición, como tratando de restarle importancia al hecho y pese a que las víctimas merecen especial respeto, no burla.
La burla, el sarcasmo, es parte del arsenal de este “excelentísimo”, una manera de justificar sus agresiones…
El director de laorganización humanitaria Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, ha señalado “¿qué interés tiene Bukele en proteger a los responsables de este crimen político?”.
Para impedir que el país caiga en un infierno todos debemos votar contra la dictadura y su sicariato
El ataque sólo hace pensar que el régimen está preparando sus grupos de asalto, sus “escuadrones”, los sicarios que luego va a utilizar para perseguir críticos, eliminar toda oposición que surja contra su despotismo.
Ninguna dictadura sobrevive sin su guardia pretoriana, sin sus “tonton macoutes” y cuerpos policiales que acosan, persiguen, capturan, encierran, torturan y asesinan, como sucede actualmente en Nicaragua, en China y en Rusia, donde Putin, “el envenenador” como lo denomina Navalny, intenta aplastar la oposición por la fuerza pero corriendo el peligro, si llegara a morir su crítico, en convertirlo en mártir, que ya lo es, dando un bandera y un héroe a los rusos.
Para que nuestra nación no termine convertida en una tiranía que saquea sin límites, persigue a toda disidencia y mata a opositores, todos debemos votar contra la dictadura y su sicariato…