Argentina se juega su futuro con Kirchner queriendo volver al poder

Si Kirchner es desaforada y separada de la contienda debido a las investigaciones se podría esperar que Argentina inicie su recomposición y que de una vez por todas pueda deshacerse del peronismo corrupto, de lo que resta de los regímenes militares y de la ruinosa situación en la que están en la actualidad.

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Por El Diario de Hoy

2019-10-13 10:41:30

Los billetes de varias denominaciones en Argentina llevan la efigie de Evita, la populista que contribuyó al desastre del peronismo y que todos saben que metió mano en los cofres de la gran nación.

Su sucesora política, Cristina Kirchner, no se queda atrás. Al igual que Funes, el acusado del saqueo de 350 millones de dólares del Estado salvadoreño, el antiguo chofer ha declarado que a ella le llevaban, en bolsas negras, millones de dólares, dinero cuyo paradero está por descubrirse aunque lo probable es que mucho se movió a cuentas en el exterior en los usuales procesos de lavado.

Kirchner va como compañera de fórmula, para el cargo de vicepresidenta, del candidato Alberto Fernández, de quien dicen que es una persona sensata, honesta y sin pasado reprochable.

Los vicepresidentes pasan soñando en la por ellos deseada eventualidad de que la Parca lleve al principal en el mando al oscuro averno, con lo cual la varita caería en sus manos. Pero para salvar al país de semejante catástrofe un fiscal investiga a la mujer, además de que también se indaga sobre la vinculación de su régimen con la muerte del fiscal Alberto Nisman.

Si Kirchner es desaforada y separada de la contienda debido a las investigaciones se podría esperar que Argentina inicie su recomposición y que de una vez por todas pueda deshacerse del peronismo corrupto, de lo que resta de los regímenes militares y de la ruinosa situación en la que están en la actualidad.

Esa tarea se esperaba del actual presidente Mauricio Macri, pero éste, que comenzó bien, de pronto se estancó. Su objetivo inicial era principalmente limpiar las instituciones, acabar con el peronismo y el “evitismo”, pero a medio camino las pitas lo enredaron.

Argentinos deben retomar los ideales de sus grandes patricios y héroes

Lo que fue Argentina antes de Perón, una de las naciones más ricas y desarrolladas del mundo, está plasmado en los grandes edificios y monumentos de Buenos Aires, en la áreas donde viven las familias de fortuna, en los bulevares, en el obelisco de la Avenida 9 de Julio, en la Ópera, uno de los más suntuosos teatros del mundo.

Buenos Aires es mucho más grande que París, el hogar de más de diecisiete millones de personas. Sus grandes parques, donde los porteños -así se llaman ellos mismos- pasean con sus familias o hacen deporte, son de los más majestuosos del mundo.

La Recoleta, Puerto Madero, la Boca, San Telmo, la Calle Florida, “el Caminito” son lugares que el mundo conoce a través de su música, sus tangos, al igual que los restaurantes que evocan los tiempos de Carlos Gardel.

Y al norte, lindando con Uruguay y Paraguay, se extienden las Pampas, las tierras con capacidad de alimentar el mundo pero que están siendo afectadas por la crisis económica.

Los estragos del peronismo son visibles en muchos aspectos. Los argentinos están más pobres.
Superar el peronismo, la mentalidad destructora, es lo que se espera de la gran nación, que debe retomar los ideales de sus grandes patricios, como San Martín, Sarmiento y Mitre.