La Fiscalía aún tiene una larga lista de casos para destapar

La lista de candidatos a magistrados debe ser espulgada a la milésima de milímetro por los actuales miembros de la Asamblea, que deben velar por la seguridad de los ciudadanos, de todos los ciudadanos, para que no queden expuestos a ser perseguidos y aniquilados por jueces malévolos.

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Iván Barahona, desde San Miguel viajará a Washington para probarse con el DC United. / Foto Por Archivo

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2018-06-12 8:43:05

La operación contra la red de saqueo que operó en el primer gobierno efemelenista, que Funes presidió, ha revelado en su máxima expresión la corrupción que imperaba y de la que todo el mundo hablaba, pero que la autoridad tardó en destapar.

Lo cierto es que la Fiscalía debe profundizar más en ese y otros casos que, según se dice desde siempre, huelen a la peor podredumbre y han sido harto denunciados por la ciudadanía y los medios de comunicación, como El Chaparral.

El Fiscal General ya dijo que solo hace su trabajo y que no actúa por tendencias ideológicas. Destapando ese y los demás casos, el jefe del Ministerio Público puede demostrarle que su objetivo no es dañar a la derecha y encubrir a la izquierda como se pudo pensar, ni conseguir votos para reelegirse, sino llegar a la verdad y la justicia.

En la memoria de los salvadoreños está fresco aún cómo la Fiscalía ha procesado implacablemente a personas ligadas a la derecha política, pero hasta ahora no ha procedido contra las figuras del oficialismo cuestionadas por haberse convertido en empresarios y terratenientes después de andar en pantalones vaqueros raídos.

Sin duda Funes no tiene moral alguna, no tiene vergüenza y se aprovechó como pudo de su cargo, pero pese a la confusión mental y ética que padece, nunca fue considerado auténtico militante o efemelenista de pura cepa.

De hecho, tanto el gobierno como el partido oficial han tomado distancia de Funes y su grupo, a diferencia de todavía hace unos meses, cuando proclamaban su apoyo a ese régimen y confesaban con toda desfachatez que ellos mismos le habían aconsejado huir a Nicaragua cuando la Fiscalía comenzaba a investigar la escandalosa corrupción en su gestión.

Es claro que ahora nadie querrá decir siquiera que es su amigo, por más lazos que los unan.

O todos en la cama o todos
durmiendo en el suelo

El impulso que se le ha dado a la lucha contra la corrupción debe ser renovado y fortalecido. Y ello toca a la gran responsabilidad histórica sobre los hombros de la actual Legislatura: asegurarse de que los magistrados de la Corte y el Fiscal que elijan no estén ligados a partidos políticos o grupos de poder, al igual que debe ser con los jueces en toda especialidad.

La lista de candidatos a magistrados debe ser espulgada a la milésima de milímetro por los actuales miembros de la Asamblea, que deben velar por la seguridad de todos los ciudadanos, para que no queden expuestos a ser perseguidos y aniquilados por jueces malévolos, como ha sucedido y puede pasarle a cualquiera.

Por algo distinguidos abogados salvadoreños han dicho que nombrar en magistraturas y judicaturas o la Corte de Cuentas a individuos con nexos e intereses políticos, a faltos de moral, sin escrúpulos, es una traición a la Patria, a todos sus hijos.

Nadie quiere árbitros deportivos que no sean imparciales, jugadores que se han vendido para perder un juego, policías que aceptan mordidas, funcionarios de aduanas que a unos les cargan la mano pero a otros no, médicos que desatienden a pacientes por antipatías… todos queremos, cuando nos toca, ser medidos con la misma vara que al resto.

Así que, señores diputados, elijan sabiamente a magistrados de la Corte que mantengan el nivel de la actual Sala de lo Constitucional y en su momento al Fiscal General que crean idóneo.