Los narcodictadores chavistas siguen muy tranquilos en sus ciudadelas

Hasta ahora las sanciones y los regaños de Estados Unidos no pasan de embargar o congelar bienes de venezolanos en Miami y otras ciudades; los detenidos son muy pocos, los más notables: el sobrino y el hijo de la mujer de Maduro.

descripción de la imagen
El defensa español del Real Madrid Dani Carvajal recibe ayuda después de sufrir una lesión durante un partido pasado. Archivo.

Por

2018-05-28 6:54:39

Los miembros del régimen venezolano sancionados por Estados Unidos no parecen preocuparse mucho por ello mientras nadie llegue a sacarlos y sigan atrincherados en Venezuela, que los estadounidenses consideran que se ha convertido en una citadela del narcotráfico regional y con influencias de despotismos radicales del Medio Oriente.

Nicaragua despierta los mismos rechazos, pero no solo se trata de los Ortega sino, asimismo, de los nexos que tienen con Venezuela y, por ende, el lavado y los movimientos del narcotráfico que se han denunciado, lo que envía una señal a quienes están lidereando el movimiento contra la dictadura.

Tan no les importa a los cabecillas de la narcodictadura que la “elección” realizada la semana anterior, y que se caracterizó por un absentismo casi total de los venezolanos, no los mueve de sus posiciones.

A causa del colapso de la economía venezolana provocado por las “nacionalizaciones” de Chávez, que han sistemáticamente llevado a la ruina a todos los sectores productivos del país, la denunciada dependencia del chavismo de los ingresos del narcotráfico concede una gran relevancia a Nicaragua, a la que se acusa de mover mucho del dinero sucio.

Sin esos vínculos no sólo se vendría abajo Venezuela, sino también Cuba, como los pequeños satélites que integran ese imperio de la droga, suministrada en gran medida por la narcoguerrilla colombiana, como se ha denunciado.

Hasta ahora las sanciones y los regaños de Estados Unidos no pasan de embargar o congelar bienes de venezolanos en Miami y otras ciudades; los detenidos son muy pocos, los más notables: el sobrino y el hijo de la mujer de Maduro, condenados a treinta años de prisión después que los pillaron en el momento en que iban a despachar una tonelada de droga a Norteamérica desde Haití.

La presión popular contra Ortega es enorme, a lo que se agrega el rechazo del Ejército a respaldar las represiones policiales, que han cobrado casi un centenar de muertos, lo que en parte forzó a Ortega y a Murillo a no asistir más a las mesas de “diálogo” montadas por ellos mismos.
Los “diálogos” con los totalitarios no son tales, sino movidas para ganar tiempo y lavarse algo la cara frente a la opinión pública interna y externa.

¿Quién va a explotarlos para que puedan comer?
La droga es el sostén de las bandas delincuenciales en el Hemisferio Norte, desde los micro distribuidores hasta las mafias que operan regionalmente y forman las cadenas que llegan a Estados Unidos, como es del conocimiento general.

En este cuadro los principales productores de droga, la narcoguerrilla colombiana, juegan un doble papel: por una parte ya tienen diputados con su historial de crímenes “borrado”, mientras por el otro sus secuaces siguen en el negocio y además mantienen sus prácticas terroristas, como se puso en evidencia con el asesinato de varios periodistas, perpetrado en Ecuador.

La cacareada revolución de Chávez tenía como su principal objetivo acabar con “la explotación del hombre por el hombre”, además de embolsarse gran parte de los recursos del país.

Pero ahora los pobres venezolanos andan desesperadamente buscando quién los “explote” para tener algo que comer…