Violencia contra la mujer

El feminicidio debe dejar de ser frías estadísticas pues la muerte de la mujer no es cuantitativa sino cualitativa.

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Kim Kardashian, Jennifer López y Alex Rodríguez sorprendieron en comercianl de Facebook. Fotos/AFP

Por Ricardo Lara

2019-11-27 5:32:58

Las Naciones Unidas definen la violencia contra la mujer como “todo acto de violencia de género que resulte o pueda tener como resultado un daño físico, sexual, psicológico o económico para las mujeres.
Se reconoce la violencia contra la mujer como una pandemia que afecta al 55 % de la población mundial. Hasta un 70 % de las mujeres ha sido víctima de esa violencia en algún momento de su vida.
Nuevamente El Salvador celebró una fecha, no más que una fecha en contra de la violencia contra la mujer; vuelven a aparecer los colores que simbolizan esa lucha. Primero fue el color morado el referente de la eliminación de la violencia contra la mujer (color que recuerda el rostro golpeado de una mujer) y hoy la moda pasajera es el color naranja.
Como sociedad debemos ir más allá, dejar a un lado colores que poco importan al que ejecuta la violencia contra las mujeres; no debe ser un día al año el que ponga a la palestra la violencia que vive la mujer en el mundo y en El Salvador… ¡Debe ser todos los días! Tema más que vergonzoso pues la violencia contra la mujer la ejecuta desde el campesino, el profesional, el empresario, el jefe, el director de un hospital y quizá la más grave es la que ejecuta el estado.
¿Qué tipos de violencia se ejerce contra la mujer? Violencia psicológica, sexual, patrimonial y económica, simbólica, laboral, doméstica y tantas más. La cifra de feminicidios en El Salvador se eleva este año más del 12% frente al mismo lapso del 2018. Amnistía Internacional considera a El Salvador uno de los países más peligrosos del mundo para las mujeres, ya que solo en 2016 y 2017 registró tasas de 16 y 12 feminicidios por cada 100, 000 habitantes.
Son casos de terribles asesinatos como los de la agente Karla Ayala dentro de la sede del Grupo de Reacción Policial, responsables de salvaguardar la vida de las personas, y la muerte de la doctora Bonilla Vega. ¿Qué decir de las desapariciones de mujeres que ocurren diariamente? No andan en la playa ni se escaparon con el novio. Están enterradas en fosas clandestinas y pareciera que nada nos conmueve. ¿Será que portar un listón naranja disminuirá la violencia contra la mujer? Lo dudo. El Salvador no es San Salvador, es el caserío lejano, el cantón, el pueblo donde se ejecuta una violencia irracional contra la mujer y sus hijos, por lo que las acciones para prevenir la violencia contra la mujer deberían ser prioridad para un Estado, pero no es así.
El feminicidio debe dejar de ser frías estadísticas pues la muerte de la mujer no es cuantitativa sino cualitativa. ¿Cómo le podemos llamar a que una mujer y sus hijos se arriesguen en caravanas de migrantes ante la pobreza, el acoso de las pandillas y ante la falta de oportunidades? “Feminicidio de Estado”, que no brinda ni las mínimas garantías y derechos que deben proteger a una ciudadana.
Pareciera que El Salvador padece de Alzheimer, donde todo se olvida y como parte de ese atarantamiento no vemos organizaciones feministas, partidos políticos poniendo el grito en el cielo en defensa de la mujer y la niñez pero se prefiere abordar la nacionalización de un futbolista extranjero ¡Ese es El Salvador! Quizá poco queda por hacer pero quiero tener la esperanza que será el mismo Estado el nuevo impulsor y principal ejecutor en políticas para controlar la violencia contra la mujer salvadoreña, Ojalá que el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer el próximo año las estadísticas mencionadas al inicio de este articulo sean menores en este momento no son estadísticas del actual gobierno, hemos tenido tres ministras de salud desde el 2009 ya es hora que la cosa cambie al menos en los establecimientos de salud especialmente los hospitales.

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