La semana pasada la Organización Panamericana de la Salud reportó que los casos de #COVID_19 se han duplicado en El Salvador; debemos entender qué está pasando para evitar contagiarnos o contagiar a otros.
Llevamos más de un año desde que el país presentó el primer caso; sin embargo, pareciera que hemos entendido la gravedad de la situación que se vive, la prevención no aparece por ningún lado; al contrario, pareciera que por el simple hecho de haber recibido la vacuna, la población da rienda suelta a la imprudencia, a la nula solidaridad cuando se debe entender que este virus vino para quedarse y, como tal, se debe apostar por las medidas de bio seguridad que todos conocemos, no bajemos la guardia. Los hospitales responsables de atender a pacientes #COVID_19 están nuevamente llenando su capacidad.
Debemos ser responsables de nuestro entorno y entender que la prevención es la mejor medicina y es nuestra responsabilidad pues el Estado está dando la parte curativa. Poco a poco esta enfermedad se desborda. Nadie previó lo que está sucediendo y empezamos a ver un padecimiento que se ha vuelto tan común hasta en los lugares más alejados del país esta llegando.
Debe el ciudadano ser más acucioso y ante los primeros síntomas acudir a su centro de salud más cercano. El peor error es quedarse en la casa pensando que este cuadro clínico se puede manejar en forma personal, ambulatoria y antojadiza ¡No nos equivoquemos!
Para atender pacientes un grupo de trabajadores de la salud les lleva una ardua tarea el sacar adelante esta atención, no esperemos que la parte curativa venza a la parte preventiva. Todo depende de nosotros. Pero al parecer el ciudadano no tiene miedo de enfermar, pensando en que las vacunas son la solución a la enfermedad.
Se ha bajado la guardia en una forma increíble y la enfermedad golpea cada día más a la familia salvadoreña. El seguimiento de casos y la toma de pruebas según los casos confirmados se fueron quedando en el olvido. Ahora prevalece más la propaganda que un seguimiento adecuado al paciente, a su grupo familiar y a la comunidad.
No se debe apostar a que lo que más importe sea el número de personas vacunadas o cuántas pruebas se han realizado sino a entender y conocer que el riesgo de contraer la enfermedad a pesar de estar vacunados es una realidad.
Si el ciudadano tuviera frente a sí a un paciente en un estado grave quizá entendiera que esta enfermedad, aparte de mortal, es una realidad a la cual todos estamos expuestos; sin embargo, las aglomeraciones persisten en eventos públicos, no hay medidas de bio seguridad. Nos convertimos tanto en personas blanco de la enfermedad como en un arma mortal capaz de iniciar una cadena de contagios, ¡inimaginable!
Debe prevalecer la prevención, ser muy cuidadosos con nuestra forma de vivir. No es la inmunización la solución a los problemas sino la responsabilidad de cada uno. La injerencia del Estado no es la respuesta a un cuadro clínico tan bizarro y traidor sino que la salud depende de nosotros, no descuidar ni por un segundo lo que tanto se ha recalcado: Prevenir es mejor que lamentar.
Solo la familia de un paciente sabe el calvario que se vive, no es fácil ni por cerca entender la tragedia que rodea a un paciente #COVID_19 pues no es solo un caso que requiere atención médica, sino cientos de casos y como sucede en la medicina, cada caso es personal. No debemos perder tiempo en la búsqueda de la atención médica. Seamos responsables, no me cansaré de repetir hasta la saciedad que debe prevalecer la educación, promoción y prevención ; ya el país ha sufrido demasiadas pérdidas y solo el ciudadano puede cambiar una tragedia siendo responsables. Los que estamos en primera línea sabemos la gravedad de la enfermedad y la cura de la misma esta en tres acciones , mascarilla, lavado de manos, distanciamiento social. ¡Prevención ahora más que nunca!
Médico.