¡Una generación necesita ayuda urgente por el VIH!

Saber que cada día hay tres personas diagnosticadas con el VIH es para recapacitar concienzudamente qué les estamos dejando a nuestra juventud

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Foto Por EDH-AFP

Por Ricardo Lara

2019-12-12 7:09:15

No sé cómo llamar a lo publicado en este periódico el martes 3 de diciembre donde es noticia de primera plana lo siguiente: “Salud detecta tres casos nuevos de VIH cada día”. ¿Cómo se le puede llamar a esto? No hay un calificativo que describa tan terrible realidad. Lamentablemente esto sucede en este país donde todo es un olvido, donde todo es un ayer. Decir “En lo que va del año hay 202 muertes por enfermedades asociadas al VIH o diagnóstico tardío”, “El año pasado hubo 234 (decesos), ahora van 202…” solo hace gala de la ineptitud de la administración anterior 2014- 2019 que llevaban las riendas de la salud de El Salvador.
Pareciera que el conformismo es parte del ADN del salvadoreño y afirmar que se ha logrado evitar que 32 personas mueran por el VIH fuera un logro digno de publicar en el congreso mundial de la lucha y prevención del VIH como algo inédito. Lamentablemente nuestra sociedad, azotada por la violencia, no visualiza que la vida es cualitativa, no cuantitativa, porque esos 202 fallecidos ejercían el sufragio, recibían remesas para sacar adelante a la maltrecha economía salvadoreña, tenían familia, eran salvadoreños pero ¡qué importa la vida de 202 hermanos salvadoreños! Esta tragedia señala el pésimo manejo que se hizo del programa del VIH por parte de personal incapaz y que lamentablemente muchos de ellos saltaron el barco para continuar en las penumbras manejando dicho programa y tristemente siguen allí escondidos mal haciendo o sin hacer su trabajo a los datos me remito.
Fue la juventud, ese grupo etario de 18 a 25 años, quienes dieron triunfo al presidente de la República y debe ser un imperativo el no fallarle a estos jóvenes pues según lo publicado es la población masculina de 20 a 39 años la más afectada, el 30 % restante es en mujeres. ¿Qué se espera para detener este genocidio silente? Casi estamos en el filo de la navaja del delito, no por omisión, sino por ineptitud, pues el calvario que sufre un paciente en recibir el tratamiento adecuado es enorme. No, no hablamos de enfermedades de manejos sencillos sino solo el hecho de cargar con el estigma de ser portador del VIH es ya una dura carga. Y para terminar con las pocas esperanzas que un paciente deposita en el sistema de salud se le viene a detectar la enfermedad en un estado tardío…
Entonces, ¿qué hizo por diez años una funcionaria que fue viceministra y luego ministra de salud? Nada, absolutamente nada, pero y los técnicos de ese departamento siguen allí. El cinismo y el desprecio por la vida queda demostrado en estas alarmantes cifras que deberían ser motivo de urgentes reuniones para entender, planificar y buscar cual aguja en un pajar al paciente portador del VIH.
No hay excusas, no hay argumentos válidos ante la muerte de 234 salvadoreños. Todo se oye tan fácil, tan ligero; la prioridad serán las celebraciones navideñas, el aguinaldo, pero esos 202 pacientes no recibieron una celebración, un aguinaldo sino que recibieron el desprecio y el oprobio de autoridades incapaces que debe la señora ministra revisar y buscar los mejores técnicos y alejar a todo aquel que sin duda alguna le echará al traste las mejores intenciones que ella disponga.
Saber que cada día hay tres personas diagnosticadas con el VIH es para recapacitar concienzudamente qué les estamos dejando a nuestra juventud: cámaras de exterminio al mejor estilo nazi donde se cremaron a 202 salvadoreños o les dejaremos a nuestra juventud la garantía que su futuro es nuestro futuro, que su salud es nuestra salud, que su vida es nuestra vida y que su muerte es nuestra culpa.
Decir que el país es uno de la zona que más ha disminuido la carga de personas que viven con VIH positivo pareciera sacado de esas parodias que no se sabe si reír o llorar y por supuesto que ha disminuido pues la muerte ha sido su destino. Se deben realizar cambios sustanciales y no ser una vergonzosa noticia de primera plana. P.D. Con solo activar y utilizar adecuadamente las redes sociales en este tema se tendrá un gran logro como estrategia de prevención. Esperemos al primero de diciembre de 2020.

Médico