Si queremos cosas buenas, cuidémoslas

Una vez más hay que reiterar en que el cambio empieza desde uno mismo y con asuntos pequeños. Insisto, cada uno de nosotros, desde nuestro metro cuadrado, debemos poner de nuestra parte para que El Salvador sea una sociedad mejor, en la que todos podamos convivir.

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Neymar de Paris Saint Germain reacciona durante el partido de fútbol de la Ligue 1 francesa, Paris Saint Germain vs Stade de Reims. EFE/EPA/YOAN VALAT

Por Erika Saldaña

2019-09-29 2:15:43

El Salvador necesita más y mejores espacios para caminar, para respirar, para vivir. Por esto es que se enciende el enojo y se estruja el corazón cuando vemos la incapacidad de muchas personas de mantener los espacios públicos limpios, ordenados y en buen estado. Da cólera ver reportes de que, a una semana de su reinauguración, ya hay algunos daños y basura tirada en el Parque Cuscatlán.

Todavía no he tenido la oportunidad de visitarlo, pero me alegra ver fotos de quienes decidieron ir a conocer este espacio renovado de cinco manzanas muy cerca del centro de San Salvador; para los que tienen hijos, estos lugares son fundamentales para que los niños puedan recrearse, tener contacto con la naturaleza y no solo vivir pegados al teléfono o tabletas. El hecho de tener una opción disponible de recreación es positivo para nuestra sociedad, sobre todo cuando esto ha sido sumamente escaso en el país.

El lado triste de esta corta historia es el hecho que la Alcaldía de San Salvador y varios ciudadanos han denunciado en las redes sociales que el nuevo Parque Cuscatlán ya presenta daños en la infraestructura y basura tirada en su interior. Es una vergüenza que varios bebederos de agua ya necesiten ser reemplazados y los baños públicos hayan sufrido daños por incivilizados e inconscientes que no son capaces de cuidar algo que no es de ellos.
No sirve de nada que las alcaldías, el gobierno central, la cooperación internacional y los organismos sociales realicen inversiones en infraestructura y mantenimiento, si nosotros, los ciudadanos, no somos capaces de respetar y cuidar eso que se construye.

Ante estos lamentables hechos ocurridos en el Parque Cuscatlán, nuestros principales deberes ciudadanos son dos: educar a los niños y adultos a nuestro alrededor, y denunciar a los incivilizados.

Es necesario seguir haciendo énfasis en la educación. No me canso de mencionar que la civilidad y el respeto a los derechos de los demás son los pilares fundamentales para el desarrollo de cualquier sociedad. Eso empieza en el núcleo familiar, educando, cuidando y orientando los actos de sus hijos; es necesario enseñarles que hay que cuidar las zonas comunitarias que son de todos. También hay que educar al adulto que se le olvida que la basura se deposita en el basurero; y si no entiende, hay que recordarles que corren el riesgo de que le impongan una multa.

Si las medidas educativas y preventivas no funcionan, también toca denunciar ante las autoridades a las personas que causen daño al patrimonio público. La Alcaldía Municipal, la Fiscalía General de la República y la Policía Nacional Civil deben tomar cartas en el asunto e imponer las multas que corresponden o procesar a los que cometan delitos contra los espacios públicos. No es posible que la incivilidad de pocos se deje pasar y no tenga ninguna consecuencia cuando nos afecta a todos.

Una vez más hay que reiterar en que el cambio empieza desde uno mismo y con asuntos pequeños. Insisto, cada uno de nosotros, desde nuestro metro cuadrado, debemos poner de nuestra parte para que El Salvador sea una sociedad mejor, en la que todos podamos convivir. Asumamos nuestra dosis de responsabilidad personal en el cuido y mantenimiento de los parques y zonas públicas de recreación como playas, montañas y lagos. Demos el ejemplo, cuidemos la infraestructura para que otros puedan disfrutarlo y mantengamos limpio los lugares que visitamos. Los espacios públicos son de todos, hay que cuidarlos.

Abogada